El Mallorca sólo puso sumar un empate ante el Cádiz en el encuentro aplazado en su día por la reubicación del partido clasificatorio para la Eurocopa entre Kosovo e Israel, para que el conjunto bermellón no saliera perjudicado por la ausencia de Muriqi, a la postre baja por lesión ante los andaluces.
El punto sabe a poco después de las múltiples ocasiones falladas por los pupilos de Javier Aguirre, que no consiguen despegarse de unos puestos de descenso que están ahora a dos puntos. Pero el choque de este pasado miércoles dejó también otra noticia anecdótica que ha sido muy aplaudida por la afición balear.
En la grada, como un seguidor más, estuvo presente Kang in Lee. Era la primera vez que el futbolista surcoreano regresaba a Palma desde su marcha el pasado verano, cuando fue traspasado a cambio de 22 millones de euros al París Saint-Germain, con el que fue titular el pasado martes en su polémico choque de Champions League ante el Newcastle.
El actual futbolista del campeón francés estuvo sentado precisamente junto a Muriqu, animando a su ex equipo y celebrando el gol de Abdón Prats, demostrando de ese modo el cariño que le guarda a un Mallorca en el que cuajó dos grandes temporadas tras llegar libre procedente del Valencia en 2021.
Su última campaña como jugador bermellón, con seis goles y ocho asistencias, le hicieron dar el gran salto y a sus 22 años se ha convertido en una de las promesas más firmes del panorama internacional. En París le costó arrancar entre lesiones y la llamada de su selección, librándose del servicio militar al ganar los Juegos Asiáticos, pero ha sido titular en cuatro de los cinco últimos partidos de la Ligue 1.
De momento, Kang in Lee ha respondido a la confianza de Luis Enrique con dos goles y una asistencia en los 10 encuentros en los que ha participado. Pero su importancia va más allá del terreno de juego, como sucedió en el club mallorquinista, donde dejó importantes beneficios publicitarios como reclamo de un público asiático que acudía en masa a Son Moix, abarrotando las zona VIP del estadio en busca de una fotografía con su ídolo.
Ahora, en el PSG, incluso vende más camisetas que Mbappé, según ha informado de forma sorprendente la prensa gala, lo que viene a mostrar la dimensión de un futbolista que sigue muy pendiente del Mallorca.