Aitor Torvisco5 min lecturaEl RCD Mallorca volvió al trabajo en la mañana de este pasado Lunes Santo, después de gozar de un fin de semana de descanso gracias al parón liguero por los compromisos de las selecciones nacionales, cruzando los dedos por sus tres internacionales y pendiente de las noticias que llegan desde la enfermería referentes a los tres futbolistas que mantiene entre algodones el entrenador del conjunto bermellón, Javier Aguirre, cuando sólo quedan 10 días para la gran final de la Copa del Rey 2024 que el próximo 6 de abril va a enfrentar a los baleares con el Athletic Club de Bilbao en el Estadio de La Cartuja de Sevilla.
El Mallorca se ha ejercitado estos dos últimos días en la Ciutat Esportiva Antonio Asensio de Son Bibiloni con seis ausencias destacadas. Por un lado, los delanteros Vedat Muriqi y Cyle Larin (que por fin ha roto su sequía goleadora) se encuentran concentrados con las selecciones de Kosovo y Canadá, respectivamente, mientras que el portero Pedrag Rajkovic hace lo propio con el combinado de Serbia. Además, Aguirre tampoco pudo contar en las primeras sesiones de la semana con tres futbolistas convalecientes con los que cabe extremar las precauciones porque también se tratan de piezas muy importantes en los esquemas del técnico mexicano.
Son los casos del centrocampista Dani Rodríguez y del central Antonio Raíllo, quienes han empezado la semana ejercitándose al margen del resto de sus compañeros por diversas molestias musculares que dejan en el aire su concurso en el choque liguero del próximo Sábado Santo en Mestalla ante el Valencia CF, en el que será el último compromiso del cuadro balear antes de viajar a la capital andaluza para jugar su tercera final de Copa del Rey e ir en busca del que sería su segundo entorchado tras el conquistado en 2003 después de vencer en la final al Recreativo de Huelva.
El tercer lesionado que mantiene en alerta a Javier Aguirre es el también zaguero Martin Valjent, aquejado también de unos problemas físicos que recomiendan darle algo de descanso en estos días de espera. Asimismo, aunque ya hace semanas que no entra dentro del cupo de lesionados, Pablo Maffeo sigue trabajando para recuperar el tono físico y competitivo después de ser operado de una rotura de menisco a finales del pasado mes de enero.
En principio, ninguno de los tres lesionados sufren dolencias graves. Así, si los tres internacionales regresan a la isla sanos y salvos -y siempre que no surja ninguna contingencia nueva-, Aguirre tendrá a toda su plantilla para los desplazamientos a Valencia (30-M) y Sevilla (6-A). Eso sí, independientemente de los consejos que dicten los servicios médicos del club, el veterano preparador azteca prepara rotaciones en la visita al feudo che.
La delantera, por el presumible desgaste con el que volverán a casa Muriqi y Larin; el centro de la zaga, con los tocados Raíllo y Valjent; y la portería son las demarcaciones con más opciones de cambios. En el arco, Rajkovic también está ausente estos días y a Dominik Greif, el héroe del pase a la final en Anoeta, le vendrá bien contar con un partido para activarse.
No en vano, la final de la Copa del Rey es el partido más importante que afronta el Mallorca, no sólo de esta temporada 23/24, sino del conjunto de las dos últimas décadas. Ganar al Athletic no sólo daría un título, también otorgaría un pasaporte para la 'Final Four' de la Supercopa de España que se jugará en enero de 2025 en Arabia Saudí y también les daría un billete para disputar la próxima edición de la Europa League, en la que sería el regreso a los torneos continentales después de dos décadas de espera y la quinta participación allende las fronteras nacionales de toda la historia del Mallorca, tras las de la extinta Recopa de Europa (en la 98/99) y las tres de la renombrada Copa de la UEFA (99/00, 01/02 y 02/03).