Su rostro serio al final del partido delataba su enfado no sólo por la contundente derrota ante el Athletic, sino por la forma en la que se produjo. Parco en palabras, el entrenador del Mallorca, Javier Aguirre, admitió que la noche "ha sido redonda" para el conjunto vasco y "amarga" para su equipo.
"Los números que habían parecía que en eso (en jugadas a balón parado) no íbamos a sufrir; y mira por dónde que en dos jugadas extrañas, con golpeos raros, se pone 2-0 y ya era muy cómodo para ellos", apuntó el técnico mexicano.
"Nos pasó por encima el rival y no tengo muchos argumentos para defenderlo", continuó el 'Vasco', quien tiene claro que se puede hacer "muy poco análisis" del partido. Para Aguirre, el Athletic fue "superior en todo, en actitud, en lo táctico, en los goles, en el funcionamiento colectivo, en las ganas de ganar… no estuvimos en el partido", señaló visiblemente enfadado por la actuación de sus jugadores.
"Los goles vinieron pronto pero no nos pudimos reponer", asumió. En ese sentido, consideró que "con 2-0 en este campo es difícil reaccionar”. “Hace falta mucha personalidad para salir delante de dos goles con este equipo, era complicado. Vimos una luz de esperanza con este remate de Nacho Vidal (con 2-0 en la segunda mitad) pero no fue nuestro día", resumió el técnico del Mallorca.
“Luego en una jugada desafortunada con un rebote, nos hacen el tercero, la debacle y se acabó el partido. Hoy no tuvimos nada, ni siquiera fortuna, nos pasaron por encima y no hay más que reconocerlo, hay que felicitar al rival y esperar ya al martes, hay que cambiar el chip, pensar que esto ha sido un mal día y que el martes, en las semifinales de Copa del Rey, podamos tener una buena noche”, aseguró con la mente puesta en el compromiso ante la Real Sociedad en el torneo del KO.
En este sentido, la derrota dejó tan dolido a Aguirre que no sabe aún el mensaje que dará a su equipo con miras a la ida de las semifinales de Copa del Rey del martes en Son Moix ante la Real Sociedad. "Ni yo mismo lo sé", confesó.
Aguirre no quiso poner ningún paño caliente a la goleada y ni siquiera se acordó de las acciones polémicas. Y es que, más allá del gol de Guruzeta, que inicialmente fue invalidado por fuera de juego y luego el VAR dio por bueno, el Mallorca también pidió de forma tímida un penalti de Yuri sobre Raíllo y juego peligroso del lateral rojiblanco en la acción que significó el 1-0.