Un antes y un después tras la visita del Betis

El Real Betis volvió a ganar a domicilio en LaLiga cinco meses y medio después. No lo hacía desde la jornada inaugural, allá por el 13 de agosto de 2023, cuando se impuso 'in extremis' por 1-2 al Villarreal CF con un tanto de Willian José, que deshacía las tablas obradas por Cuenca tras el tempranero acierto de Ayoze a pase de Luiz Henrique. A partir de entonces, el poderío en el Benito Villamarín, especialmente en el torneo doméstico, había sustentado las opciones europeas del conjunto verdiblanco, que perdió ante el FC Barcelona (2-4) su condición de invicto como local, aunque ya había hecho trizas el récord en términos generales el Rangers (2-3) para echarlo de la Europa League y mandarlo a la Conference. Fuera, hubo pleno de puntos en Limassol ante el Aris (0-1) en UEL y en las dos visitas coperas a Extremadura para medirse con Hernán Cortés (1-12) y Villanovense (1-2), aunque ante el RCD Mallorca (0-1) se cerró definitivamente ese círculo en busca de que sea un punto de inflexión.

El golazo al filo del descanso y en pleno alargue de Sergi Altimira sirvió a los pupilos de Manuel Pellegrini para recortar puntos con los de arriba y recuperar la séptima plaza de la clasificación, que dará derecho a jugar la UECL si no gana la Copa del Rey el cuadro bermellón, aunque la otrora Copa de la UEFA estaría ahora a sólo dos puntos. Unas cuentas factibles si el Betis mantiene el nivel de seriedad y eficacia demostrado ante los de Javier Aguirre, empezando por el duelo del próximo domingo (18:30 horas) en La Palmera ante el Getafe CF. Entonces, la respuesta de la afición heliopolitana no la pone en duda nadie, máxime con la promoción de entradas que han puesto en marcha desde la planta noble. Pero lo realmente loable es que la 'marea verde' no sólo meta más de 50.000 personas de media cada quince días a orillas del Guadalquivir, sino que 'okupa' cada estadio de Primera división en el que le dejan.

Su visita a Son Moix será un antes y un después para el RCD Mallorca, que ha tenido que emitir un comunicado para pedir perdón a sus socios, especialmente a los 43 afectados directamente por una reubicación ordenada por la Policía Nacional, al ser informada del 'overbooking' de aficionados visitantes. Así, cuando se habían enviado unas 300 entradas (sin respetar ni el cupo ni el precio pactados a principios de curso entre varias entidades de la categoría), los hinchas béticos comenzaron a adquirir localidades por internet, unas 960, dato que alerta a los rectores insulares por la geolocalización. A pesar de suponer sólo un 3,7% del aforo del estadio, los 1.200 béticos no cabían en la zona acotada en la Tribuna Oeste Norte, que no suele llenarse mucho más de la mitad. Por razones de seguridad, las fuerzas de seguridad decretaron que el público verdiblanco se reuniese en torneo a esa grada, por lo que hubo que mover a ese casi medio centenar de abonados locales.

Los organizadores lamentan las molestias, pero se vanaglorian de que no hubiera, en parte por el refuerzo de la seguridad privada, en un encuentro que tampoco era de Alto Riesgo y que discurrió por los cauces del buen rollo entre ambas aficiones. Con todo, el Mallorca anuncia que revisará sus protocolos y tratará de estar preparado para, si llega el caso, ampliar su 'jaula' para foráneos sin perjuicio de sus propios hinchas, seguramente ofreciéndoles moverse ya definitivamente.