Kike Pérez vuelve a su pasado, es decir, a Vitoria, lugar donde junto al Alavés creció en su carrera en el mundo del fútbol. Este sábado, su actual club, el Málaga, se enfrentará a las 18:30 de la tarde en el estadio de Mendizorroza, lugar donde los blanquiazules podrán meter la pata y bajar definitivamente a Primera Federación.
Sea como sea, el director general se encuentra en un momento crucial de su carrera profesional, pues en un momento tan delicado como en el que se encuentra el conjunto malacitano, debe liderar la reconstrucción del club y del equipo.
Por el momento, se sabe que la transformación ya está puesta en marcha y el primer paso de ello es anunciar a la persona que ocupará el puesto de nuevo director deportivo del Málaga CF, algo que ocurrirá dentro de poco tiempo. Por otra parte, la persona que ocupará el puesto, tendrá que formar una plantilla competitiva y que además aspire al ascenso directo, por lo tanto, deberá poner los cimientos a un proyecto donde La Academia juegue un papel fundamental.
Dentro de ese papel encaja perfectamente Sergio Pellicer, figura que ha sido referente público de Kike Pérez en diversas ocasiones, sobre todo en aquellas en las que ha atendido a los medios de comunicación. Pese a que la salvación es prácticamente imposible, el club está muy contento con el trabajo realizado por parte del técnico.
Los grandes cambios y reformas que se van a realizar dentro de La Rosaleda no solo se limitan al ámbito deportivo, sino también a otras áreas. Se esperan despidos entre el personal y vuelve a esperarse la aparición de un nuevo ERE. Por lo tanto, actualmente existe un clima muy tenso que deberán calmar y la mejor manera de hacerlo es a través de la afición, pues son el pilar principal que sostiene la entidad.
Todo lo mencionado, es un pequeño resumen de como se encuentra el panorama para Kike Pérez, un hombre que llegó al Málaga con ilusión tal y como lo contaba en sus primera entrevista para el club: “ahora soy la mejor versión de Kike. Soy abogado, empecé a trabajar muy joven en el Alavés. Era un abonado más del Alavés, un chico de Vitoria normal. Hice la carrera en Bilbao, empecé con mi padre a trabajar, no me gustaba el despacho de abogados y tuve la suerte de empezar a trabajar en el Alavés. Fui creciendo dentro del club y terminé siendo gerente. Era muy joven. Luego salí de mi zona de confort...”.