Desde su llegada al Málaga CF este verano, Rubén Castro Martín estaba llamado a ser el referente ofensivo del equipo blanquiazul para intentar volver a Primera División. El ariete canario está cerca de convertirse en el máximo goleador nacional entre Primera y Segunda a sus 41 años. El goleador de Las Palas analizó en 'Málaga Hoy' la actualidad del conjunto malaguista y su pasado como verdiblanco.
"Vine aquí para intentar subir con el Málaga, era un reto que para acabar mi carrera era muy bonito. Esta ciudad y este equipo se merecen estar en Primero y trabajamos para conseguirlo. Es verdad que no hemos empezado como todos queríamos, pero lo sigo teniendo en la cabeza. Hay que ir partido a partido, se nos puso muy complicado, pero sigo creyendo", explicó el canario.
Cuestionado sobre su relación con Pepe Mel, Rubén Castro no dudó en asegurar que es su "padre deportivo. Me llevó al Rayo cedido desde Huesca, después me llevó al Betis y ahí lo di todo como jugador, sacó lo mejor de mí. Me dio la oportunidad de jugar en Primera. Me conoce, lo conozco, él sabe mi manera de jugar y yo siempre digo que es mi padre deportivo. Si tengo que elegir a uno es el mister. Y encantado de que esté aquí este año".
"Le dio un cambio que hacía falta. Por cambiar igual había que hacerlo con los 30. Pero como en el mundo del fútbol eso no se puede, al final se cambia el entrenador. Ha cambiado la manera de entrenar y de ver el fútbol y parece que ha funcionado. El tiempo que lleva el mister aquí los números son mejores y nos va a dar muchos puntos, seguro", siguió diciendo sobre la llegada del madrileño al banquillo del Málaga.
Rubén coincidió con Joaquín en el Betis, un Joaquín que también jugó en el Málaga y con quien comparte edad. "Ese está fino también... Nos encontramos bien, tanto él como yo seguimos disfrutando de lo que nos gusta. A él lo veo bien, con ganas, siempre ha sido ambicioso. Ahí lo vemos, que juega en Primera y en Europa y está muy bien", aseguró.
Sobre su época en el Betis, el canario dijo que le "tocó vivir la época mala. Esa afición se merece vivir todo lo que está viviendo ahora, jugar en Europa, ganar la Copa... Toda esa gente se lo merece y me pongo muy contento. Pasamos muchos momentos malos, pero ahora mismo estoy feliz viéndolos cómo disfrutan. Me gustó mucho aquello, me tiré ocho años allí, al final, quieras o no, le coges muchísimo cariño. Tengo mi casa allí y el recuerdo es muy especial".
Por último, preguntado sobre con que tipo de delantero le gusta jugar, Rubén confesó que "con jugar estoy contento (risas). Ya después, si juega uno u otro... Con Jorge Molina esos años en el Betis me entendía muy bien. Ahora jugamos a veces con dos y a veces con uno. Me gusta jugar solo o acompañado. Con quien sea, mientras juegue...".