Asestó un duro golpe el conjunto dirigido por García Pimienta al Málaga de Pablo Guede. Los blanquiazules cayeron por 0-4 en una de las mayores goleadas que se recuerdan en La Rosaleda. Fue mejor de principio a fin el cuadro canario, que no notó las bajas de Jonathan Viera o Kirian.
Asumió toda culpa el técnico argentino de la derrota. Quizás no le faltaba nada de razón, pues cada planteamiento que intentaba poner en liza era contrarrestado con el buen criterio del entrenador rival, en todo momento un paso por delante.
Analizó el encuentro con rostro contrariado Pablo Guede. “Yo soy el culpable y sacaría del contexto de hoy a los jugadores. Cuando tengo la culpa lo hago, me hago cargo. Esto es más y mejor. Es normal el enfado de la gente, pero quizá no es normal el 0-4", decía restando culpa a los jugadores de lo sucedido en el campo.
Una imagen que no se la merece la afición. Un lunes, a las 22:00 horas, más de 21.000 almas animaron en vano al Málaga. "A la afición no le podemos decir nada, hasta el gol estaba el partido como queríamos, luego nos desordenamos. No se dio nada. La paciencia debe ser el camino. Yo soy el culpable, a los jugadores lo sacaría del contexto de hoy", afirmaba el argentino con el sabor amargo después del ridículo.