Paula Fiorella Méndez3 min lecturaLa situación que está viviendo el Málaga CF se vuelve cada vez más complicada, dejando un amargo sabor de boca tanto al equipo como a los aficionados que cada vez ven más cerca el descenso hacia Primera RFEF. Aunque los futbolistas sean un factor importante para que el conjunto no llegue al abismo, la figura responsable es Pepe Mel, un entrenador al que se le nota cada vez más desesperado por no poder levantar a su equipo, pero que sin embargo no se da por vencido.
Lo que más ha molestado a los fieles seguidores del equipo blanquiazul es ver como en el momento donde el club tenía más dinero para poder reforzar y mejorar al equipo, consiguiendo que las perspectivas en verano fueran bastante altas, los resultados han sido peores.
Aunque no ha habido una derrota, el empate ante el Burgos se ha sentido como tal. Durante la rueda de prensa en la Rosaleda tras el enfrentamiento, se pudo observar a un Pepe Mel bastante decepcionado, a pesar de que sus palabras no dijeran lo mismo. El técnico afirmaba que se veía capacitado para sacar al conjunto adelante, sin embargo su lenguaje corporal parecía negarlo, y es una actitud que puede resultar bastante normal y lógica teniendo en cuenta que después de haber dirigido 18 partidos, solamente se ha llevado consigo 18 puntos.
Durante la rueda de prensa, Mel fue claro al hablar sobre los errores de los jugadores, asegurando que aunque los nervios estén ahí, el equipo no puede permitir que tras haber jugado unos buenos 60 minutos, su contrincante consiga marcar un gol: "Hicimos unos buenos 60 minutos y nos pudo después la precipitación y los nervios. Hicimos lo más difícil, ponernos por delante, y eso era lo más complicado. No te puede marcar un gol en contraataque el , teníamos que leer mejor la situación, tener más oficio. Ganando 1-0 en casa no debemos cometer ese error. Es fútbol, a partir de ahí nos pudo la ansiedad y los nervios. Estuvimos bien 60 minutos"
El técnico madrileño se ha mostrado constantemente transparente, dejando claro que sabe la cantidad de críticas que le llueven, aunque asegura que confía plenamente en su trabajo y en sus jugadores, por lo que todavía existe una esperanza a pesar de que todo parezca más que negativo.
A pesar de los tres nuevos fichajes y una posible incorporación más, el Málaga parece estar encaminado hacia la misma dirección, es decir, estar condenado a no levantar cabeza. Por el momento, para sorpresa de varios y tras haber dejado su continuación como dirigente de los entrenamientos del equipo a manos del club, Pepe Mel sigue llevando las riendas de la situación, contando con el apoyo de este.