El fútbol son goles, una frase que Pepe Mel ha repetido en varias ocasiones, y al Málaga CF actual le falta de todo, fútbol y goles. "Cuando llegue aquí, mi primera obsesión era la de frenar la sangría en defensa. Con dos goles encajados, que era la media, son números de descenso. Hemos encajado uno en tres, pero necesitas acierto y de momento no se está dando. El derroche físico que hemos hecho para que el Andorra no estuviese cómodo, luego se te hace cuesta arriba", dijo Pepe Mel tras el último partido ante el Andorra, un encuentro que acabó con solo un disparo del Málaga entre los tres palos.
Los malagueños suman cinco tiros a puerta entre el partido contra el Racing en Santander y el del pasado fin de semana en La Rosaleda. 12, si tenemos en cuenta los siete disparos a portería que hizo ante el Villarreal B. El gran problema del Málaga es generar su juego y con el las ocasiones de gol.
A Rubén Castro no va a descubrirle nadie a estas alturas, de hecho la llegada de Mel es en buena parte para reactivar al canario, el problema es surtir al ex del Betis de balones que sean aprovechables para intentar hacer gol.
A sus 41 años, el canario suma 280 goles entre Primera y Segunda División, está a un tanto de alcanzar a Zarra y a cinco de superar a Quini, el máximo goleador nacional. Rubén Castro acumula 188 goles en la máxima categoría del fútbol español y 93 en Segunda, en un total de 684 partidos. Solo dos de esos tantos los ha marcado con el Málaga, por lo que el conjunto blanquiazul necesita que el canario supere a los dos mitos que tiene por delante en el apartado goleador español, una señal que significará que las cosas mejoran en la entidad de Martiricos.
Este miércoles, ante el Leganés, los costasoleños tienen una nueva oportunidad de resarcirse, de buscar al fin la victoria que tanto se resiste. El Estadio Municipal de Butarque no es un campo fácil, pero el Leganés también se encuentra en una mala dinámica, con tan solo un punto más que los andaluces. Se trata de un duelo directo por la permanencia, algo que seguro que ninguno de los dos clubes se imaginaban este verano.
Hay tiempo de reacción, son muchos los puntos que han faltan por disputarse, pero el Málaga necesita empezar a despegar, una primera victoria que le dé alas para auparse en la tabla y abandonar el descenso. Leganés puede ser el sitio idóneo para que Rubén Castro alcance a Zarra y los blanquiazules salgan del pozo en el que se encuentran.