Durante la noche del lunes el Estadio La Rosaleda fue testigo de una de las mayores victorias que ha obtenido el Málaga durante esta temporada. Tras varias jornadas en las que parecía que el conjunto nunca iba a levantar cabeza, el equipo blanquiazul consiguió hacerse con la victoria ante el Leganés, sumando así unos puntos que le posicionan a ocho de la permanencia, una alegría que arroja algo de luz en el camino.
Después de que el Málaga CF y el CD Leganés cerraran la jornada 33 de LaLiga SmartBank, el conjunto malacitano puede ver en la frontera de la salvación a equipos como el Sporting de Gijón y el Racing de Santander.
Este partido jugado era más que eso, el Málaga sabía la importancia que tenía conseguir ganar a su adversario, pues lo que había en juego era algo muy grande: sobrevivir.
El equipo blanquiazul se enfrentó a la jornada con el único objetivo de obtener la permanencia en la categoría, una meta que pone los pone los pelos de punta a cada uno de los aficionados.
Los 90 minutos jugados en el césped fueron de lo más tenso, y no solo para los jugadores, sino también los seguidores que se encontraban en la grada que no podían llegar a creer las imágenes que les estaba regalando su equipo. Para sorpresa de varios, el conjunto malacitano había cogido las riendas del partido consiguiendo hacerse con la victoria ganando al Leganés gracias a dos goles. Lo vivido la pasada noche en La Rosaleda fue algo mágico que por un tiempo parecía que nunca iba a volver a ocurrir.
De alguna forma, los de Sergio Pellicer han realizado un milagro sacando 3 puntos en un partido en el que tenían que enfrentarse a un equipo que se encontraba varios puestos por encima de él. El final de esta historia ha conseguido devolver a una afición muy luchadora esa pizca de ilusión que necesitaba para seguir enfrentándose con ilusión a las siguientes jornadas.
Gracias a estos momentos de ilusión, el club ha decidido seguir adelante con la campaña para llenar el estadio en muestra de apoyo a los jugadores en los tiempos más difíciles. La noche de ayer, el ‘sí se puede’ retumbaba en cada rincón de las gradas, donde hubo 20.451 espectadores.
Tras esta gran alegría, Pellicer ya ha puesto el foco en el próximo encuentro del equipo con Andorra, asegurado que es la cita más importante que tienen por delante, sin embargo, la victoria ante el Levante era más que necesaria, y no solo por sumar puntos, sino por conectar de nuevo a los jugadores y a la afición con el juego, devolver la fe e ilusión.