Jesús Mejías3 min lecturaEl Málaga Club de Fútbol firmó en agosto del año 2018 a Sead Haksabanovic, un delantero sueco con pasaporte de Montenegro que llegaba procedente del West Ham, club por el que había firmado justo un año antes a cambio de tres millones de euros. Los malagueños buscaban armar un equipo con el que volver a Primera división tras el descenso un año antes a la categoría de plata del fútbol español, aunque la realidad es que tuvo pocos minutos en las filas del club andaluz.
A las órdenes de Juan Ramón Muñiz, el internacional con Montenegro solo participó en dos partidos con el equipo de la ciudad de Málaga. Tuvo minutos en los partidos ante el Gimàstic de Tarragona y el Granada Club de Fútbol, jugando un total de 53 minutos con los blanquiazules. En enero, pocos meses después de haber aterrizado en La Rosaleda, se rompía su cesión con el Málaga Club de Fútbol y regresaba al West Ham en el mes de enero, aunque se marchaba rápidamente en calidad de préstamo al Norrköping, club en el que jugaría una temporada y media, en concreto hasta junio del año 2020.
Debido al buen rendimiento en Suecia, el conjunto sueco pagaba 2´6 millones de euros por el delantero y tan solo un año después el Rubin Kazan de Rusia llegaba a invertir hasta 6,5 millones de euros por el atacante. Sin embargo, el rendimiento de Sead Haksabanovic en tierras rusas no fue el mejor y es por ello que se marchó cedido de nuevo a Suecia para firmar por el Celtic hace apenas unas semanas por 2,5 millones de euros.
El futbolista tuvo minutos el pasado martes en la derrota de su equipo ante el Real Madrid en tierras escocesas. Sead Haksabanovic entró en el tramo final del partido y tuvo una ocasión con un disparo lejano para probar a un Courtois que se mostró muy seguro bajo palos durante todo el partido.
Apodado el “malabarista” en su presentación con el conjunto malagueño, en el comunicado en la web del Málaga Club de Fútbol hablaban de “descaro” en el jugador, y lo definieron como un futbolista “hábil y cómodo” con el balón en los pies.
Se trataba del primer futbolista sueco en jugar con la elástica del Málaga Club de Fútbol, y este martes jugaba ante el Real Madrid en Champions League, un partido que nunca olvidará, como tampoco lo olvidan en La Rosaleda.