El Tribunal Supremo rebajó las penas para los nueve condenados por el caso Osasuna, la primera condena sobre corrupción deportiva dictada en nuestro país por amaño de partidos, en la temporada 2013-2014, entre el club navarro y jugadores del Real Betis.
Los condenados son el exgerente del club Ángel Vizcay, el expresidente Miguel Archanco, los exdirectivos Juan Antonio Pascual y Jesús Peralta, el extesorero Sancho Bandrés, los agentes inmobiliarios Cristina Valencia y Albert Nolla, y los exjugadores del Betis Antonio Amaya y Xabier Torres.
La peor parte se la llevó el centrocampista del CD Luego, Xavi Torres. El alicantino fue condenado a diez meses de cárcel y 22 meses de inhabilitación como futbolista profesional. Además tendrá que pagar una multa de 400.000 euros y la undécima parte de las costas del proceso.
Torres fichó por el conjunto gallego en septiembre de 2020, cuando estaba pendiente de los recursos por la sentencia que le condenaba a dos años de inhabilitación por amaño de partidos.
En el Lugo, Xavi Torres era capitán y uno de los indiscutibles, puesto que afrontaba su tercera temporada en el club, con 90 partidos a sus espaldas. De hecho, el conjunto gallego le renovó el pasado mes de junio hasta 2024. Fran Justo, entrenador del Lugo, se mostró prudente este viernes sobre la inhabilitación de la justicia a su capitán.
"A ver lo que sucede. No podemos dar nada por hecho. En los próximos días tendremos más información de todo", comentó el técnico en una rueda de prensa.
Por otro lado, el club emitió un comunicado para expresar su apoyo a Torres, solicitando "respeto, tanto para el jugador, como para su entorno".
"El CD Lugo acompañará a su jugador en estos difíciles momentos, subrayando, sin género de dudas, su excelsa calidad humana y profesional en todo el periodo vistiendo la camiseta rojiblanca", reza dicho comunicado, en el que además se pone "de relieve su magnífico comportamiento, profesionalidad, implicación y compromiso demostrados desde el inicio de su etapa en el club".
El Tribunal Supremo sentenció que primar a deportistas de otro equipo para que ganen un partido no es delito, en contra del criterio establecido previamente por la Audiencia de Navarra y defendido por la Fiscalía del Supremo.
Al respecto, el Supremo pone el siguiente ejemplo: "En una final de fútbol, por más dinero con que se prime a los jugadores de uno de los dos equipos contendientes, no puede asegurarse el resultado de ganar el trofeo en que consista la competición".
"Pero lo contrario sí se encuentra en mano de sus protagonistas, pues así como no puede asegurarse jugar bien, no ocurre lo contrario, pues es perfectamente ejecutable jugar mal intencionadamente y dejarse ganar", precisa la sentencia.