El jugador del Levante Unión Deportiva, Mikel Malsa, ha denunciado en redes sociales haber recibido insultos racistas. El jugador respondía a un comentario en redes sociales en el que se decía: "Yo necesito a Malsa, que tiene un papel que le mucho, el de negro esclavo”, y otro comentario en el que se escribía: “Más negro de lo normal”. El jugador contentaba con el siguiente mensaje: “¡Vuelta a la realidad! Nada como los mensajes sinceros de ánimo para volver a entrenar”.
El jugador respondía en tres idiomas, en francés, inglés y español y mostraba su cansancio por recibir este tipo de mensajes racistas. Toda la plantilla del Levante UD le ha mostrado su apoyo al futbolista y han mostrado su asqueo por los comentarios xenófobos.
El jugador de Martinica sigue entrenando con el equipo valenciano e intenta olvidar este suceso, que por desgracia no es una novedad en España.
Uno de los primeros episodios racistas en España se produjo en la década de los noventa y lo protagonizó la hinchada del Santiago Bernabéu quien insultó de manera deleznable a Wilfred Agbonavbare, arquero del Rayo Vallecano.
En abril del año 2000, Dario Silva fue denunciado por agredir a un aficionado del Real Oviedo, pero el delantero denunció que “me dijo ‘Negro de mierda, ¿Por qué no firmar autógrafos a los niños? Todos los negros deberíais estar muertos’”.
En abril del año 2004 en un partido entre el Real Zaragoza y el FC Barcelona, Samuel Eto’o quizo abandonar La Romareda tras recibir insultos racistas. Finalmente sus compañeros lo convencieron para que se quedara sobre el terreno de juego. Un año después, Ronaldo Nazario fue grabado lanzando una botella a la grada de La Rosaleda, el jugador confesó haber recibido insultos racistas por parte de la afición madridista que se encontraba en Málaga presenciando el partido.
“Mi peor momento lo viví en el campo del Zaragoza en mi primer año con el Espanyol. Íbamos ganando 0-1 y me dijeron de todo, hasta el punto de que el árbitro me preguntó si quería que parase el partido, pero me veía con fuerzas para seguir”, llegó a confesar Carlos Kameni, ex portero del RCD Espanyol.
Otro momento icónico lo protagonizó Dani Alves. El lateral carioca vio como le lanzaban un plátano desde la grada de La Cerámica. La respuesta del zaguero brasileño fue clara: se comió el plátano en una imagen que dio la vuelta al mundo. Posteriormente, el jugador manifestaba que “en España hay mucho racismo. Es una guerra perdida”.