El partido con el que el Levante UD logró los puntos suficientes como para optar al ascenso directo en la última jornada de LaLiga Smartbank tuvo momentos de tensión, sobre todo para los levantinistas. El equipo granota vio peligrar su objetivo en algunos momentos del partido y uno de ellos lo protagonizó Vicente Iborra. El que fuera futbolista del Sevilla FC cometió un error y no se lo quitó de la cabeza, le pesaba demasiado. Todo terminó con final feliz para el Levante que logró una victoria in extremis, tirando de mucha épica y con las pulsaciones a mil por hora. Y, cuando el árbitro indicó que no había tiempo para más, sobre el césped Vicente Iborra rompió a llorar desconsolado y pidiendo perdió a la afición: él cometió el penalti a Álex Millán con el que el filial del Villarreal se puso 2-2 en el marcador.
El partido que se desarrolló en La Cerámica estuvo repleto de muchas cosas. El nerviosismo se palpaba en el ambiente y los de Javi Calleja eran conscientes de que eso era una final. No la definitiva, puesto que vencer no les aseguraba el ascenso, pero sí se lo acercaba. Todo está por decidirse en la última jornada de LaLiga Smartbank. Hay hasta cuatro equipos con posibilidades de subir de forma directa.
El partido inició con un gol muy tempranero favorable al Levante, que destapó la alegría: a los tres minutos Bouldini abrió la lata. Millán materializó mediante un testarazo el 1-1 en el 27. Montiel volvió a poner al Levante en el marcador haciendo posible el 1-2 antes del descanso. En la segunda mitad, llegó el empate de Ontiveros y fue como un jarro de agua fría: el sueño de primera se alejaba. Pero Montiel apareció para lograr el 2-3 definitivo in extremis, en el 90', con un final de película: el granota falló desde los once metros, pero estuvo rápido aprovechando el rechace y lograr colar la pelota en la portería.
Los tres puntos llevaron a momentos de euforia, pero el carrusel de emociones generadas durante el partido terminó por descolocar a un Iborra que estaba completamente roto y arrepentido, consciente de que ese penalti pudo haber supuesto una catástrofe: de empatar, el ascenso directo habría sido imposible y todas las opciones se habrían reducido a los playoff. Llorando, pidió perdón a la afición y no encontró consuelo ni siquiera en sus compañeros, que trataron de calmarlo. Vicente Iborra realizó un gran partido, pero sobre él pesaba su error y a través de sus lágrimas explotó. Iborra tuvo miedo y pidió perdón. Y la afición respondió.
También lo dejó reflejado a través de un tweet que el propio club ha citado y donde se suceden comentarios de apoyo a quien es toda una institución en el Levante y que tiene una obsesión: devolver al equipo granota a la élite del fútbol español. “Las cosas no salen siempre como uno quiere, pero la vida es un aprendizaje continuo. Nada se consigue fácil, nadie nos lo va a regalar, pero yo no me cambio por nadie. Gracias por seguir a nuestro lado”, reza el tweet.