En Las Palmas de Gran Canaria se disfruta aún la feliz resaca de su regreso a Primera división. El subcampeón de la División de Plata, lógicamente, no tiene tiempo que perder, por lo que sus dirigentes y altos ejecutivos están al habla con el entrenador, Xavier García Pimienta, que está casi confirmado que seguirá en su cargo durante la 23/24, a punto en realidad de renovar por una temporada y una segunda condicionada a la permanencia en la elite. La plantilla se considera bastante equilibrada, si bien necesita retoques, empezando por la vanguardia. El incremento de ingresos por derechos televisivos, los cinco millones que debe transferir el Barcelona por convertirse Pedri en centenario de azulgrana y quizás alguna venta (en la Premier League se rifan a Alberto Moleiro) servirán para el rearme, aunque, para empezar, la entidad auriazul se ahorró 500.000 euros del bonus pactado por Loren Morón.
El marbellí no continuará en la isla, pese a contar el club presidido por Miguel Ángel Ramírez con una opción de compra cifrada en un millón de euros (con otros pluses por rendimiento y un porcentaje de sus derechos retenidos por el Betis). No van a ejercer esa retención de un artillero que ha pasado sin pena ni gloria por allí (un gol en apenas 455 minutos, repartidos en diez encuentros), aunque en la planta noble del Benito Villamarín no ha gustado mucho la presunta orden desde arriba al míster para que no alineara al canterano verdiblanco en las cuatro últimas jornadas para que cumpliese el número de duelos estipulado en el contrato de cesión para activar la cláusula que, con motivo del ascenso, compensaba a los hispalenses con medio kilo, a falta de poder cerrar en el mercado invernal una obligación de adquisición si se lograba el gran objetivo. Será difícil, por tanto, que haya nuevos tratos en este sentido entre ambas instituciones, tras los recientes por Narváez, Rober González (dos veces) y Loren.
Y el caso es que en el Estadio Gran Canaria sueñan con repatriar a otro bético. Se trata de Willian José, que felicitaba por el ascenso a su ex equipo a través de Instagram para recibir el cariño de los que fueron sus compañeros e hinchas, que guardan un grato recuerdo de la 15/16. A las órdenes de Quique Setién, el brasileño anotó nueve goles y brindó una asistencia, lo que le valió su fichaje por la Real Sociedad. Y no es que el Betis considere intransferible a su artillero, pero, lógicamente, habrá que contar con su deseo de salir, hasta ahora inexistente (salvo cuando vio peligrar su inscripción en agosto del año pasado y manejaba una propuesta del Valencia), y con la capacidad de inversión amarilla, pues en La Palmera querrán recuperar ya o asegurarse que los alrededor de 10 kilos invertidos en su contratación (entre préstamo remunerado, sueldo y obligación de compra).
Por ahora, Las Palmas sólo cuenta en nómina con Marc Cardona y Sandro Ramírez, por el que pagará un millón al Huesca (más el medio de la cesión), aparte de volver Pinchi de su cesión al Mirandés, aunque se trata de un extremo más que de una referencia. García Pimienta necesitará pegada, mordiente y experiencia, por lo que los rectores canarios peinarán el mercado en busca de alguna operación que les permita acercarse un poco al siguiente objetivo, que será consolidarse entre los grandes del fútbol español. Willian José, sin duda, caería de pie en la isla, si bien, a día de hoy, su marcha del Betis se antoja complicada en todos los sentidos. Mucho tienen que cambiar las cosas para que los buenos deseos por parte del de Porto Calvo se transformen en una decisión de volver sobre sus pasos que a buen seguro que pondría muy contentos a los aficionados del archipiélago.