Es una de las sorpresas agradables de la presente temporada. Kirian Rodríguez (27), heredero del brazalete de capitán por el ostracismo sobrevenido de Jonathan Viera y de su lugar en el equipo, es el 'pichichi' de la UD Las Palmas en el curso del regreso a Primera división. Tres golazos para rubricar tres victorias frente a Granada CF, Atlético de Madrid y Deportivo Alavés de la segunda revelación de la 23/24, con permiso del líder Girona CF. Y, por si ya esto no tiene mérito, lo ha conseguido tras superar un linfoma de Hodgkin. En agosto de 2022, comunicaba la desgraciada noticia, pero en enero de 2023 volvía a nacer tras superar el cáncer. Ni él mismo esperaría esta resurrección también en lo deportivo de la que ahora presume todo su equipo, infinitamente más cerca de Europa que del descenso. Con catorce puntos de colchón y 24 en el casillero, el primer objetivo ya está más que encaminado.
El tinerfeño no sólo reparte zambombazos, sino que va haciendo amigos casi semanalmente. La jornada pasada, se deshizo en elogios hacia Mendizorroza y su afición, calificando el feudo vitoriano de "campazo" y vanagloriándose de poder jugar en estadios como ése. Ahora, tirando de sensatez, ha dado la bienvenida al emparejamiento copero contra el eterno rival, con visita a su isla natal a las 22:00 horas (peninsulares, nueve de la noche en el archipiélago canario) del próximo domingo 7 de enero. Seguramente alguna de sus declaraciones no hayan sentado del todo bien en el CD Tenerife (sobre todo eso de que "probablemente, cualquier equipo de Primera que le tocara no le iba a hacer la taquilla que le haremos nosotros, lo que les va a ayudar muchísimo"), aunque nadie puede dudar de que su visión sobre esa eliminatoria de dieciseisavos de final del torneo del K.O. derrocha pragmatismo.
"Esta semana pasada tuvimos partido de Copa fuera nosotros (con victoria 'in extremis' ante el CD Tudelano en la prórroga, al borde de los penaltis). Tuvimos que viajar a Bilbao, entrenarnos en Tarazona y en Tudela, pasando por tres hoteles diferentes para trabajar en Bilbao de nuevo, volar a Vitoria, pasar una noche allí para jugar con el Alavés y, tras acabar a las cuatro de la tarde, viajar a Santander; de allí, a Madrid, llegando a Gran Canaria a mi casa a las tres y media de la mañana. Ahora, estoy a media hora. Un día después del de Reyes, por lo que nosotros y nuestros trabajadores vamos a poder pasar los Reyes con nuestras familias. Creo que a todos es un trayecto que nos beneficia. Estamos muy contentos de que nos haya tocado el Tenerife y espero que ellos también. Al final, vamos a estar todos los canarios disfrutando de un derbi que este año no esperábamos que nos tocara", zanjó el centrocampista.