Luisma Sánchez3 min lecturaJonathan Viera ha anunciado su salida definitiva de la UD Las Palmas a mitad de temporada, revelando que su decisión está impulsada por un conflicto personal con el entrenador del equipo, Xavier García Pimienta.
"Tengo un texto para despedir, pero no sé si voy a poder. Lo intento. Esto es un poco triste para todos", comenzaba su despedida el capitán del conjunto amarillo. El jugador le lanzó un dardo directamente al ya su exentrenador, explicando los problemas de su relación: "Yo sí sé el problema que tengo con el entrenador, cuando quiera te lo explico, pero no sé el problema que él ha tenido conmigo, porque no me lo ha dicho”.
En una rueda de prensa emotiva, en la que estuvo acompañado por representantes del club, compañeros de equipo y el cuerpo técnico dirigido por García Pimienta, Viera explicó que su inesperada marcha se debe a la falta de interés del entrenador catalán en el estado de salud de su esposa. A pesar de que la esposa de Viera se enfrentó a un problema médico del que ya se ha recuperado, el jugador expresó su descontento porque García Pimienta nunca demostró interés en este aspecto. En contraste, el jugador canario destacó que recibió apoyo incondicional del entrenador en sus momentos más difíciles, especialmente al llegar al club cuando los resultados no eran favorables.
Este desencuentro personal con el entrenador catalán ha sido determinante en la decisión de Viera de "dar un paso al costado" y rescindir su contrato con la UD Las Palmas. Aunque el futbolista de 34 años aún no ha determinado su destino futuro, dejó claro su deseo de continuar en activo, ya sea en otro equipo en España o en el extranjero.
La salida de Jonathan Viera representa un giro inesperado en la temporada de la UD Las Palmas, y la revelación de tensiones personales añade una capa adicional de complejidad a la situación.
"El equipo está bien, está ganando, los resultados se están dando... Yo soy una persona justa: creo que se ha hecho la bola cada vez más grande, no la pararon a tiempo y al final el único perjudicado fui yo. Como vi que el equipo sin mí podía seguir perfectamente hablo con el presidente, creí que nunca iba a reunirme con él para marcharme del club pero es la vida, el fútbol y hay que acatar lo que venga en cada momento. Y no hay más", destacaba Jonathan Viera en rueda de prensa.