Después de sufrir una dura derrota contra el Mallorca en el Benito Villamarín, el Betis se aferra a la oportunidad de hacer bueno el ripio popular de 'pescar en río revuelto' en su próxima visita a Las Palmas, fechada para mañana jueves a las 19:00 horas. Y es que Las Palmas atraviesa por un momento extremadamente delicado y caótico en todos los sentidos, con el nuevo proyecto al borde del naufragio tras un comienzo que no invita al optimismo.
Tanto es así que Luis Carrión, sustituto de García Pimienta en el Gran Canaria, todavía no conoce el triunfo y recibe a los verdiblancos como colistas en la clasificación con solo dos puntos de 18 posibles, fruto del empate en el estreno ante el Sevilla y contra el Real Madrid en la tercera jornada. Los auriazules encadenan tres derrotas consecutivas, ante Alavés, Athletic y Osasuna, y Carrión ya siente una enorme presión ante las voces que ya empiezan a plantearse seriamente su continuidad al frente del banquillo pío-pío.
En este sentido, necesita dar un golpe sobre la mesa contra el Betis, pero la realidad es que afronta este partido sin la suerte de cara, pues las lesiones se han cebado con la plantilla, sobre todo en la retaguardia, la cual deberá restructurar casi en su totalidad el técnico amarillo, lo que juega muy en su contra ante el potencial ofensivo bético.
Así, Carrión no cuenta con total seguridad con tres efectivos indiscutibles en su zaga después de que se oficializara la baja de McKenna por una lesión muscular en los isquiotibiales de la pierna izquierda que le impedirá jugar contra el Betis.
Tampoco están disponibles dos futbolistas que terminaron tocados en la cita del sábado contra Osasuna, casos del carrilero Marvin Park y del central Mika Mármol, dos piezas básicas para Carrión. El primero padece una fisura en el segundo metatarsiano del pie izquierdo, por lo que no estará contra los verdiblancos, mientras que el segundo, sustituido durante el mismo encuentro, arrastra una lesión en el isquiotibial izquierdo. Salvo sorpresa no llega.
Además, Carrión está muy pendiente de Álex Suárez, con un esguince de tobillo desde el partido contra el Athletic, pero que se ha incorporado a los entrenamientos con el grupo y dispone de opciones reales de llegar a tiempo para el choque de este jueves contra los de Manuel Pellegrini. Llegue o no, los amarillos reciben al Betis con urgencias y con los recursos muy limitados.