Granada
R. Sociedad
En la situación en la que está el Granada CF, penúltimo con sólo 14 puntos en 28 jornadas y a 10 de la salvación, ya todo tiene tintes de drama. Sin embargo, la derrota de este sábado frente a la Real Sociedad amenaza con levantar del todo las ampollas. Fue un 'Jugamos como nunca y perdimos como siempre' de manual. El conjunto nazarí se puso por delante dos veces pero acabó siendo remontado en el tramo final y cayó por 2-3, lo que unido a la victoria del Cádiz CF ante el Atlético es un mazazo difícil de encajar. Las críticas se vienen cebando con el entrenador, Alexander Medina, que sólo ha conseguido ganar uno de sus 14 encuentros al frente del equipo rojiblanco, con ocho derrotas y cuatro empates. Sin embargo, en su rueda de prensa posterior al duelo de hoy se ha hecho el sueco y no se ha dado por aludido cuando le han preguntado si teme una destitución. Es más, acorralado por esas preguntas, ha respondido señalando a varios de sus futbolistas como culpables.
El 'Cacique' afirmó que no teme por su puesto porque se siente "respaldado por el club y por la plantilla". No obstante, sobre la confianza de sus jugadores, habrá que ver cómo sientan sus palabras en un vestuario frustrado por un pleno esfuerzo sin el premio de los resultados y con la presión de un margen que se agota ya. "Los cambios no entraron bien y no pudimos sostener el partido. Queríamos dar más energía, pero no entraron con lo que pedía el partido", dijo Medina para justificar la reacción de la Real Sociedad en el segundo tiempo refiriéndose claramente a Martin Hongla y a Gonzalo Villar, quienes entraron en el 66' con 2-1 por Lucas Boyé y Sergio Ruiz. Las dos sustituciones siguientes, Arezo y Corbeanu, fueron en el 81', justo después del 2-2; mientras que el quinto y último, Melendo, entró ya en el 90' con 2-3.
"Es simple. Los cambios que intentamos hacer no entraron bien y no pudimos sostener el partido. Queríamos darle más piernas y energía al equipo, porque había hecho un desgaste importante durante 60 minutos y ahí propusimos dos cambios que no entraron bien. No entraron ni con la energía ni con lo que pedía el partido. Nos estábamos jugando un partido determinante y, cuando vos planteas un partido de intensidad, de mucha fibra, de plantear un partido de igual a igual después de la primera parte que hemos hecho, obviamente que no se iba a sostener el equipo. Necesitábamos que los cambios también entraran a hacer lo mismo que habían hecho sus compañeros y bueno... No se pudo. En la Real, los cambios sí que le entraron realmente bien y por eso pudieron darle la vuelta al partido con jerarquía, con calidad. Y nosotros, realmente, después de esa primera parte y algo del segundo tiempo, nos vamos con la sensación de que nos podíamos haber llevado algo. Repasando el segundo y el tercer gol, yo me voy con una bronca tremenda".
Uno de los señalados, el mediocentro Gonzalo Villar, salió de mediapunta en lugar de un delantero (Boyé). "Él ya jugó contra el Athletic en esa posición y lo hizo bien. Jugó en esa posición en ese partido y algún otro más también, porque realmente lo entrenó y ya participó ahí. Con Lucas Boyé desgastado, pensábamos que esa posición la podía retener el balón, podía darnos piernas frescas. Él aguanta bien el balón, tiene pase entre líneas, va bien por arriba y estaba fresco. Un jugador que viene del banquillo y no tenía el trajín que tenían los otros nos podía haber ofrecido otra cosa. Pero realmente no entro bien y lo que habíamos pensado no se pudo llevar a cabo".
"Hablamos en el descanso de lo que habíamos hecho bien. Propusimos un partido de mucha intensidad, de mucha presión, de un juego muy físico, de segunda jugada, de un juego directo. De hecho, creo que tuvimos situaciones para hacer algún gol más. Fuimos superiores en juego y en resultado. Lo que teníamos que hacer era sostenerlo. Sergio Ruiz tenía una amarilla, estaba con desgaste y había jugadores frescos del rival, teníamos que cambiar en una posición del campo que era esencial. Lucas Boyé también venía arrastrando algún golpe. Vimos que tanto Hongla como Villar eran dos jugadores que estaban frescos y lo podían hacer bien, pero realmente no entraron bien al partido. Les faltó intensidad y determinación. Tenemos que ser una plantilla que estemos enfocados y comprometidos, pero hoy el partido lo perdimos en el segundo tiempo por esas situaciones. No pudimos sostener al nivel físico y futbolístico. Lo que pensamos nosotros que nos podía dar, no nos lo dieron", insistió en su rapapolvo, defendiendo sus cambios.
"¿Jozwiak? A mí me gustó. Creo que Kamil hizo un buen partido. Hacía un tiempo importante que no jugaba un partido de inicio. Creo que el último había sido en octubre y bueno, la verdad es que llegó en este mercado, después de hacer un trabajo especial. Lo fuimos llevando de a poco y hoy vimos que tenía la posibilidad de ingresar. Vimos que lo hizo bien, tanto en la parte ofensiva como en la defensiva. Después, obviamente se desgastó como se desgastó el equipo en el esfuerzo".
"La autocrítica está siempre, porque sino es imposible poder mejorar y poder crecer. La autocrítica estuvo toda la semana por el partido que hicimos el anterior juego y se habló de lo que había que mejorar, de lo que hicimos mal. Obviamente soy el responsable de esta situación para poder sacar esto adelante. Hoy el equipo mostró respuesta futbolística y anímica... lo que pasa es que los partidos duran noventa y tanto minutos que tienes que sostener con todo. No te vale hacer 60 o 70 minutos en buena forma, sino que hay que sostenerlo con todo el equipo. Pero sin duda hay mucha autocrítica por nuestra parte. Muchas veces, obviamente, la hacemos donde tenemos que hacerla, que es en el lugar de trabajo, con los jugadores, con el director deportivo... Bueno, eso te hace crecer".