“Hacemos oficial la salida del peruano Luis Abram. ¡Muchas gracias, Luis! ¡Éxito en todo lo que te venga!”, así despidió el Cruz Azul al zaguero, en un mensaje publicado en sus redes sociales. Tras el anuncio de su baja por parte del club mexicano, el peruano, que estaba cedido por el Granada, volverá al club nazarí, donde probablemente salga de nuevo en el mercado invernal.
Abram, de 26 años, fue uno de los refuerzos de La Máquina en invierno de 2022, cuando estaba al mando del banquillo Juan Reynoso, actual seleccionador de Perú, y con el que se afianzó como titular de los Azules. También tuvo protagonismo con el sustituto de Reynoso, Diego Aguirre, pero tras el despido de éste y la llegada de Raúl Gutiérrez la situación del defensa cambió en México.
Gutiérrez no lo contempló como parte de su proyecto, por lo que regresará a Granada en los próximos días, donde tiene contrato hasta junio de 2024, tras fichar en verano de 2021.
Los números de Abram en el Cruz Azul no dificultarán una nueva cesión, sino justo lo contrario. El central, habitual de la selección peruana, anotó dos goles, jugó 38 partidos, fue amonestado con dos cartulinas amarillas y ganó la Supercopa Mexicana.
Formó parte de la plantilla de Perú que perdió la repesca al Mundial de Qatar 2022, y Reynoso, actual seleccionador, ya lo ha considerado para sus primeros duelos amistosos.
La salida de Abram hacia LaLiga libera una plaza de extranjero, uno de los objetivos de Gutiérrez, que pretende que el Cruz Azul se refuerce de cara al Torneo de Clausura que comenzará en enero, y donde el Cruz Azul cayó la pasada temporada en cuartos de final.
La historia del defensa en México ha sido de vaivenes, perdiendo protagonismo con la llegada de Gutiérrez.
Mientras vuelve Abram, el Granada sigue trabajando en la cesión de Jon Karrikaburu, que en sus últimas declaraciones dejó muy claro que su destino está lejos de a Real Sociedad: “Quiero jugar y aprovechar oportunidades”. En el conjunto nazarí se le abre la vía de aprender junto a uno de los delanteros españoles con más experiencia: el ex bético Jorge Molina. Además, en Granada tiene el aliciente de ir a un claro candidato al ascenso a Primera División.