Algo más que un milagro necesita ya el Granada para lograr la permanencia en LaLiga EA Sports. Y, poco a poco, sus jugadores van perdiendo la fe y los ánimos ante tantas adversidades. El último en reconocer lo complicado que lo tienen ha sido Lucas Boyé.
El delantero argentino ha manifestado que el objetivo está ya "prácticamente imposible" tras la derrota del pasado viernes en el campo del Cádiz (1-0) en la trigésima jornada del torneo, lo que asienta el equipo como penúltimo clasificado con sólo catorce puntos y a catorce de la salvación que marca ahora mismo el Celta tras haber empatado con el Rayo (0-0). Eso sí, con un partido menos disputado en su casillero que, de ganarlo podría dejarla en once.
El punta de 28 años, que llegó esta temporada procedente del Elche, espera poder ofrecer "buena imagen" en el partido del próximo jueves ante el Valencia en el Nuevo Los Cármenes, aplazado de la vigésima sexta jornada por el grave incendio que se produjo en la capital levantina.
El jugador rojiblanco hizo una “valoración negativa” del momento que vive el Granada, con un pie y medio en Segunda División tras acumular tres meses sin ganar: “En Cádiz pasó como ha ocurrido en los últimos partidos, por momentos tenemos buenas cosas pero no nos alcanza”.
Y es que para él, el problema está claro: “Estamos todos muy lejos de nuestro nivel y nos está costando muchísimo ganar. Estamos lejísimos del objetivo de la permanencia y ésta prácticamente imposible”. No obstante, insta a sus compañeros a que peleen hasta el final, aunque sea por cambiar la imagen del equipo: “Es muy difícil pero tenemos que pelear para cambiar la imagen rápidamente”.
Y sin tiempo para más lamentaciones, Lucas Boyé piensa ya en la próxima oportunidad para empezar a revertir la situación tan complicada que viven: “El jueves tenemos otro partido y hay que levantarse rápido para ofrecer una buena imagen en casa con nuestra afición”.
El entrenador del Granada, José Ramón Sandoval, también declaró, tras el partido disputado el pasado viernes ante el Cádiz (1-0), que el próximo jueves contra el Valencia "es la última bala" para intentar conseguir la permanencia en Primera División. El técnico del conjunto granadino es el tercero que pasa por el banquillo nazarí en el presente curso y, aunque lo peleará hasta el final, sabe que su trabajo en el Nuevo Los Cármenes debe estar enfocado ya para regresar lo antes posible a la elite del fútbol español.