El trágico suceso vivido ayer en el Nuevo Los Cármenes con el fallecimiento en pleno partido contra el Athletic de un aficionado y socio del conjunto nazarí levantó cierta polémica entre los propios seguidores granadinistas. Y es que muchos pensaron que fueron los servicios médicos de ambos clubes los que tuvieron que atender a dicha persona malograda por la falta de personal sanitario en el estadio. Otros usaron las redes sociales para criticar la tardanza de dicha actuación, al tiempo que algunos medios de comunicación se hicieron eco de tales protestas.
Ante ello, la entidad andaluza ha mandado un comunicado para aclarar lo sucedido ayer durante el transcurso de dicho partido que tuvo que suspenderse por motivos obvios.
"Ante las distintas informaciones y especulaciones que se están difundiendo a través de los medios de comunicación, nos vemos en la necesidad de aclarar lo siguiente:
1- Los servicios sanitarios encargados de atenciones en la grada son servicios de emergencia, organizados a tal efecto y no los servicios médicos deportivos del primer equipo.
2- Debido a la protección de datos no se pueden facilitar los informes de intervención de los profesionales sanitarios, pero nos vemos en la obligación de aclarar que los tiempos de intervención fueron correctos. Minutos antes de que parase el partido los técnicos de emergencias ya estaban asistiendo al abonado que finalmente resultó fallecido.
3- Rogamos el máximo respeto a nuestro abonado fallecido esta tarde, así como a los profesionales sanitarios que componen el equipo técnico que hoy desempeñaban su labor en el estadio".
Mientras tanto, Nuria Aguilar, la esposa de Antonio Trujillo Izquierdo, socio del Granada fallecido durante el partido contra el Athletic, atendió a Radio Marca después de lo sucedido y con la voz entrecortada subrayó: "Mi marido habría firmado morir en Los Cármenes". A sus 64 años, Antonio "llevaba luchando unos meses contra un cáncer" y "nunca se perdía un partido de su Granada viniendo desde Salobreña".
Y tal y como reza el himno del Granada, Antonio mantuvo la idea de "luchar hasta morir". No obstante, quiso aclarar que se encontraba apto para acudir al partido: "Si hubiera estado mal a causa de su enfermedad, tanto yo como mi hijo, que es médico de profesión, no le hubiéramos dejado venir". Por último, confesó cómo se enteró de la noticia: "Yo le he dejado en la puerta del campo y le he dicho que iba al Nevada Shopping y que cuando estuviera terminando me llamara para venir a recogerle". Posteriormente, su hijo se puso en contacto con ella para decirle que su padre no le contestaba a las llamadas. Y, finalmente, fue un trabajador del club quien les comunicó que "le había dado un infarto y le estaban reanimando". Y cuando llegaron al estadio, Antonio ya descansaba en paz.