El Osasuna - Granada de este viernes a las 21.00 horas abrirá la jornada 10 en Primera división. El encuentro venía precedido y protagonizado por un jugador que finalmente no estará en El Sadar. Se trata de Shon Weissman, delantero israelí del conjunto andaluz. Los órganos competentes en materia de seguridad convienen que la presencia del jugador en Pamplona no era propicia después de que un sector de aficionados navarros estuvieran preparando un recibimiento hostil contra el futbolista.
El mundo sigue pendiente estos días de la guerra en Oriente Próximo entre Israel y Palestina. Un conflicto endémico que también afecta al entorno del fútbol. Shon Weismann es el único jugador israelí que juega en la Primera división. Lo hace para el Granada, equipo que lo fichó en propiedad procedente del Valladolid después de conseguir el ascenso a LaLiga EA Sports.
El futbolista nacido en Haifa fue centro de la polémica en los últimos días por sus mensajes de odio contra el pueblo palestino. En concreto comentó: "¿Por qué Ezael no dispara en la cabeza?", en relación a la imagen de dos presuntos terroristas de Hamás. Pero no se quedó ahí y también dio 'me gusta' en la red social X (antes conocida como Twitter) a una publicación con el siguiente escrito: "¿Qué razón lógica hay para que no se hayan lanzado ya 200 toneladas de bombas sobre Gaza?". Ante el revuelo suscitado, Weissman eliminó la publicación de su cuenta pero ha sido denunciado por un delito de odio. De momento, ni el Granada ni LaLiga se han pronunciado al respecto.
Lo que sí se preparaba en Pamplona era un recibimiento nada amistoso para el futbolista. Históricamente, la afición más acérrima de Osasuna se alineado a favor del pueblo palestino. Ya en un partido tiñeron uno de los fondos con banderas del territorio.
El grupo ultra Indar Gorri ya avisó a través de sus redes que iban a recibir al jugador entre fuertes manifestaciones de desacuerdo, por lo que el clima en el estadio navarro hubiera estado enrarecido con el futbolista israelí sobre el terreno de juego.
De este modo, el Granada y los organismos de seguridad han optado por no desplazar al jugador hasta Pamplona para evitar que este clima de aversión vaya a más. El choque, no obstante, dejará a buen seguro mensajes en contra del delantero y a favor a de Palestina.