Tras una temporada histórica en la que el Girona FC acabó en puestos con derecho a Champions y estuvo durante gran parte de la misma compitiendo con Real Madrid y Barcelona por el liderato de la clasificación, el conjunto catalán disfruta este curso de las mieles de la pasada, escuchando el himno de la Champions en Montilivi.
Sin embargo, mantener el nivel del curso pasado está costándole a los de Míchel, que en LaLiga están en la zona media baja de la tabla y en Champions en zona de descenso. Tras un verano en el que se fueron algunas de sus principales estrellas, el conjunto gironí se rearmó como pudo para afrontar una exigente campaña en la que suman un triunfo en Europa y 15 puntos en el campeonato doméstico -cuatro victorias y tres empates-.
Un Girona que este fin de semana se mide al Getafe en LaLiga, tras haber caído en Champions por 4-0 ante el PSV y que está focalizado en un calendario frenético que ocupa el día a día de la entidad, ajena a cualquier otro tipo de noticias o problemas.
El pasado mes de mayo, el medio ucraniano Fanday se hacía eco de una denuncia del abogado Evgeniy Kuzmin a la UEFA, reclamando presuntas irregularidades en el pago del fichaje del delantero Artem Dovbyk, ahora en la Roma después de que el Girona lo traspasara este pasado verano a cambio de 33 millones de euros más otros cinco en variables y un porcentaje de una futura venta. Una operación valorada en torno a unos 40 millones de euros que, sin embargo, no libraría al Girona de las posibles consecuencias de la denuncia impuesta en su momento, las cuales podrían ir desde “una gran multa, la privación de la licencia y la exclusión de la participación en el campeonato nacional en los torneos europeos”. Es decir, que el Girona podría pasar de luchar por la Champions a bajar a Segunda.
Un peligro que, según los denunciantes, podría llegar en breve, defendiendo estas fuentes que el asunto está en manos de la FIFA y que hay dos departamentos que lo están investigando. Incluso se atreven a asegurar que el fichaje de Dovbyk no fue el único investigaba, sino que se podrían sacar nuevos datos que también harían saltar las alarmas con el de Tsygankov.
“Confío en que los organismos competentes del fútbol de la UEFA, ante los que he preparado una reclamación, investiguen estas violaciones y tomen una decisión justa y adecuada. Espero que la Federación Ucraniana de Fútbol preste atención a este asunto”, defendía el abogado Evgeniy Kuzmin en el momento de la denuncia.
Al respecto, ESTADIO Deportivo ha tenido consideración ponerse en contacto con el propio Girona FC para conocer la postura del club al respecto. Y la respuesta ha sido la de total tranquilidad, no teniendo constancia de ninguna investigación sobre su entidad, tanto por parte de la UEFA como de la FIFA. Ninguno de los organismos se ha puesto en contacto con ellos para reclamarle cualquier tipo de documentación ni nada por el estilo, estando en favor de colaborar con todo lo que se requiera al respecto si fuera necesario.
En Montilivi son conscientes de la denuncia por las noticias aparecidas en la prensa meses atrás, aunque entienden que es un problema entre agentes en los que el Girona FC, al igual que otros clubes que hayan podido tratar con ellos, no tienen nada que ver.