Manuel Pedrero3 min lecturaDicen que las comparaciones son odiosas y eso es lo que le sucede al Girona FC esta temporada. Acabó tercero el curso pasado con 81 puntos para sellar una campaña de ensueño. Esa gesta, encabezada por el entrenador Míchel, tuvo muchos protagonistas: Yan Couto, Aleix García, Savinho... pero sobre todo Artem Dovbyk. El delantero ucraniano logró firmar 24 dianas para ser el Pichichi del campeonato por delante de Alexander Sorloth. Su buen hacer le valió un traspaso a la Roma, donde ya despunta en el noble arte de perforar porterías rivales. Su sustituto en la escuadra catalana es Bojan Miovski, un atacante de Macedonia del Norte que llegó procedente del Aberdeen escocés.
Pagó el Girona por Miovski un total de ocho millones de euros (variables incluidas), pero de momento su rendimiento en Montilivi no está siendo el esperado. En Escocia arrasó anotando 26 goles entre todas las competiciones. La diferencia de calidad entre los campeonatos es evidente y el futbolista aún no ha marcado para su nuevo equipo.
Su aparición en el equipo de Míchel se reduce a tres partidos de Liga y uno de Champions League. No consiguió ver puerta en ninguno de ellos e incluso en el duelo europeo frente al Feyenoord marró un penalti en el segundo periodo. Abel Ruiz, también fichado este verano y el veterano Stuani están por delante en la escala de preferencias del entrenador.
Sin embargo, la cara del futbolista es otra cuando juega con su selección. Fijo en Macedonia del Norte, ha sido titular en el doble compromiso de estos días correspondientes a la Liga de las Naciones. Disputó 85 minutos en el holgado triunfo por 0-3 ante Letonia y fue protagonista con gol incluido este pasado domingo contra Armenia (0-2). Suyo fue el tanto que abrió el marcador a los 72 minutos. De bella factura.
No marcaba Miovski precisamente desde el último parón por selecciones. Lo hizo el 10 de septiembre en casa ante Armenia siendo uno de los jugadores más destacados de su equipo (2-0). El delantero vuelve a saborear la miel del gol en un momento preciso. El calendario volverá a comprimirse en el próximo mes y el Girona disputará hasta siete encuentros de tres competiciones diferentes. Porque más allá de la Champions League también entra en escena la Copa del Rey. Míchel espera al ariete macedonio en plena forma.
