El Girona no pudo conseguir los tres puntos ante el Deportivo Alavés y se sigue complicando su situación en la clasificación. El tanto de Carlos Vicente impidió que los catalanes miren hacia arriba y temen que tengan que hacer cuentas para alcanzar la salvación. La nueva derrota les deja como 13º clasificados con tan solo 34 puntos, los mismos que consiguieron en la jornada 22. Desde aquella fecha no han vuelta a ganar y los fantasmas del descenso vuelven a aparecer.
El equipo dirigido por Míchel ya no hace cuentas para entrar en Europa, a pesar de que están a solo seis puntos de la octava plaza, que podría dar acceso. Las malas sensaciones que está mostrando el equipo, incapaz de conseguir goles y buenos resultados, han hecho que los gerundenses se centren en cerrar la permanencia cuanto antes. El equipo no para de acumular derrotas y las dudas están surtiendo en torno a la plantilla y, sobre todo, en torno a Míchel. El técnico madrileño debe ser capaz de darle la vuelta a la situación del equipo en las próximas jornadas, antes de que sea demasiado tarde. Lo que parece claro es que el entrenador madrileño llegará a final de Liga, luego ya se verá. En Montilivi se respira miedo ante las ocho jornadas que quedan, que serán auténticas finales.
El Girona lleva once jornadas sin ganar y se han quedado en tierra de nadie, aunque más cerca del descenso que de Europa. La segunda vuelta del último descenso es similar a la actual y los fantasmas de Segunda vuelven a aparecer. Y es que el calendario tampoco les ayuda. Al equipo de Míchel les quedan ocho finales. Comenzarán este tourmalet visitando a Osasuna el próximo fin de semana en El Sadar. Después recibirán la visita de un Betis que se juega Europa. Solo días más tarde, en jornada intersemanal, les tocará visitar Butarque, con el Leganés jugándose el descenso. Luego tendrán dos encuentros seguidos en casa ante Mallorca y Villarreal, para visitar Pucela y Anoeta en las jornadas 35 y 36 de LaLiga. El campeonato lo cerrarán ante el Atlético de Madrid en Montilivi.
El mes de mayo se antoja decisivo en el Girona para decidir la próxima temporada. Están a tan solo cinco posiciones de los puestos de descenso y el miedo cada vez es más latente en el entorno del club. Todo por decidir y el calendario no ayuda.