Míchel podría pasar de ídolo a verdugo esta semana. El técnico madrileño volverá a enfrentarse en LaLiga al Rayo Vallecano, equipo donde creció como futbolista, tratando de volver a recuperar sensaciones. El Girona acumula tres derrotas consecutivas contando la del PSG y se encuentra algunos puestos lejos de las competiciones europeas. Es sin duda uno de sus momentos delicados, tras haber estado acostumbrado a puntuar en la pasada campaña.
El técnico del Girona se mostró algo preocupado tras la derrota ante el Valencia en la pasada jornada. "Ha sido una mala semana, en cuanto a puntos y en cuanto a juego. Nuestro ritmo está siendo lento, hemos tenido un 70% de posesión y no hemos generado lo suficiente… han tenido dos tiros y han sido dos goles. Me preocupa que no somos capaces de superar una presión y de ir lado a lado más rápido. Vas todo a los duelos y cuando el rival también es bueno en duelos, es una moneda al aire", decía Míchel tras el partido frente al equipo de Baraja.
Y es que este Girona ha cambiado bastante con respecto al año pasado. El cuadro rojiblanco perdió varias piezas importantes en verano y ha tratado de suplirlas de la mejor manera. Todo ello lleva una adaptación a la que se están sometiendo casi la mitad del once inicial de Míchel. Por ello, es uno de los motivos por los que no están llegando los resultados. Además, se habla también de la falta de fondo de armario en algunas posiciones, lo que está siendo un lastre para el equipo con el calendario tan apretado.
El técnico vallecano, que pasó la gran mayoría de su carrera como futbolista en el Rayo, volverá a verse las caras ante su equipo en un momento delicado. Desde que cogió las riendas del Girona, Míchel ha logrado tres victorias, dos empates y una derrota.
En más de una ocasión, Míchel ha expresado la dificultad que tiene el enfrentarse al Rayo Vallecano. "Nunca he jugado con otra camiseta pero como entrenador vengo porque es ley de vida. He venido con ilusión y evidentemente le doy las gracias a la afición. Prefiero perder cualquier partido antes que enfrentarme al Rayo", decía en una rueda de prensa hace unos años.
Esta vez no será en Vallecas sino en Montilivi. El Girona tan solo ha jugado dos partidos esta temporada en su feudo: una victoria ante Osasuna y una derrota frente al Barça. Ahora será un punto de inflexión para volver a recuperar sensaciones.