Girona y Osasuna protagonizarán esta jornada un duelo que vale más que tres puntos. Los dos equipos llegan en situaciones similares al choque. Las dudas y los malos resultados ponen en entredicho el trabajo de Míchel y Vicente Moreno que se la juegan en el siguiente encuentro. Más que por una posible destitución, tanto Osasuna como Girona empiezan a mirar de cerca los puestos de descenso y una derrota metería en un lío a los equipos citados. Es por ello que ambos conjuntos están obligados a ganar y loe entrenadores pondrán todo de su parte para revertir la situación de sus respectivos equipos.
Tras la derrota ante el Alavés, Míchel admitió que el equipo ha llegado a una situación "comprometida" y que "nadie esperaba" por deméritos propios y que él es "el máximo responsable". Y ha pedido el apoyo de la afición para salvar la categoría, porque el equipo necesita "mucho" a su hinchada en este momento "muy complicado". Aunque la situación es límite en el Girona, Míchel cuenta con el respaldo de la directiva que confía en que el vallecano le de la vuelta a la situación, por lo que la destitución no es una opción para el club catalán. En el otro lado del tablero estará Vicente Moreno que, en esta ocasión, se juega el puesto. Una derrota ante el Girona podría ser la gota que colmara el vaso y acabaría con la aventura en Navarra del técnico rojillo. Osasuna desaprovechó ante el Leganés el lunes, en el partido que cerró la trigésima jornada, una renta favorable por novena vez este curso, algo que irrita a una afición que pide a los suyos ambición a la hora de volcarse en la meta rival para sentenciar los duelos. Más allá de los 14 empates que el conjunto navarro acumula este año y que le alejan de la lucha por Europa, hay un aspecto que castiga su casillero de puntos. La falta de tensión en determinados momentos, entrelazada con cierto conformismo, da alas a sus rivales para revertir la situación cuando el conjunto navarro se adelanta en el marcador.
Mientras tanto, el Girona continúa con los mensajes tranquilizadores a la afición a la que piden que estén juntos en esta situación tan compleja. Stuani volvió a dar la cara y anunció que la temporada tendrá un final feliz. "Ninguno de nosotros quería perder ese partido, pero se dio de mala manera. Tenemos que estar todos juntos, estamos atravesando una difícil situación que ninguno de nosotros esperábamos al principio de LaLiga. Pero el fútbol es así y quiero unir al equipo con la afición. Creo que acabaremos el año de buena manera", señaló el capitán del Girona.
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