Mallorca
Girona
Tercera derrota consecutiva para el Girona fuera de casa y una sola victoria en los últimos cinco partidos. Al equipo de Míchel Sánchez se le puede acabar haciendo larga la liga si sigue en esta dinámica, si bien la plaza europea la tiene ya casi asegurada.
Pero después de una sobresaliente primera vuelta, los catalanes no quieren desperdiciar la oportunidad de colarse en los puestos que otorgan la disputa de la próxima edición de la Champions League. Y por esta razón, el técnico madrileño se marchó "muy decepcionado" de Son Moix. No con su equipo, "sí con el resultado".
El preparador del conjunto gironí ha declarado tras la derrota por 1-0 ante el Mallorca que a su equipo le faltó "un pelín de agresividad en ataque", ante un rival "muy complicado".
En este mismo sentido, reconoció de manera indirecta haber cometido un error en su once inicial, que luego corrigió en el segundo tiempo: "Estuvimos imprecisos en la primera parte. Ellos hicieron un gol de estrategia y en la segunda parte hubo situaciones de gol para los dos lados. En el segundo tiempo mejoramos con la entrada de Portu, ya que generaba más velocidad arriba. Hablamos en el vestuario de que debíamos ser más verticales. Llegamos más al área rival y con muchas opciones de empatar".
Aunque no quiso poner excusas, sí que habló de que "el aire hizo que el partido fuese incómodo de jugar".
Por otro lado y con respecto a la oportunidad perdida de meter presión al Real Madrid en lo alto de la tabla tras su empate ante el Valencia (2-2), y la posibilidad de que el Barcelona les arrebate la plaza si vence al Athletic de Bilbao, Míchel señaló que ambos equipos "tienen que jugar y veremos lo que ocurre".
"Barça y Athletic están detrás nuestro ahora mismo. Es evidente que el resultado del partido nos va a condicionar en lo que queda de temporada en la lucha por la Champions, una pelea en la que queremos estar", aseveró el técnico del Girona.
El Girona terminó la primera vuelta del campeonato concediendo una sola derrota, frente al Real Madrid, en 19 encuentros. Y en esta segunda, ya lleva cuatro en los últimos siete partidos. Una muestra de que al equipo de Míchel parece que le han cogido la matrícula. Eso sí, cuando abre la lata de los goles, sigue siendo puro espectáculo.