El bajón experimentado por el Girona es evidente. El conjunto catalán sólo ha sido capaz de vencer en dos de sus siete últimos encuentros en LaLiga EA Sports. Es más, ha sumado hasta cuatro derrotas en las seis últimas jornadas, mientras que en las 23 primeras sólo perdió un partido, lo que le colocó incluso como candidato al título.
Este bache tiene varios motivos, entre ellos, la sequía de su goleador, Artem Dovbyk. El ucraniano autos de 14 tantos y cinco pases de gol, no marca ni asiste desde el 21 de enero, cuando le hizo un ‘hat trick’ al Sevilla en Montilivi. Son ya 8 partidos consecutivos sin marcar. Pero esto no es obstáculo para que siga estando en la órbita de muchos clubes europeos.
El pasado mes de enero, de hecho, ya estuvo en la agenda del Chelsea, pero el Girona se cerró en banda a la posibilidad de desprenderse de uno de sus mayores baluartes a mitad de temporada. Otro cantar será en verano, cuando se espera que lluevan las ofertas por varios de los pupilos de Míchel que han brillado a lo largo de esta temporada histórica, en la que los rojiblancos pelean por conservar su plaza de Champions.
"Será imposible retenerles. Muchos de ellos se irán a clubes con más potencial económico que el Girona, porque realizarán ofertas ante las que nosotros no podemos poner ni la mitad de dinero”, reconoció semanas atrás Delfí Geli, presidente de la entidad gironí.
En este sentido, el periodista especializado en el mercado Ekrem Konur apunta que el RB Leipzig es uno de los clubes que siguen muy de cerca la situación de Dovbyk. A priori, un pretendiente de nivel, que pelea en la Bundesliga por volver un año más a la Champions League, tras invertir el pasado verano casi 180 millones de euros en fichajes.
Diferentes informaciones apuntan que el Girona ha tasado a su goleador en 40 kilos, pues cabe recordar además que la entidad catalana no tiene el cien por cien de sus derechos. En concreto, pagó 7,75 millones por el 70% de su pase al Dnipro, pero su ex equipo se reparte a su vez ese 30% restante con el Midtjylland, que lo fichó muy joven y lo traspasó de nuevo al Dnipro en 2020 tras no cuajar en Dinamarca.
Con nueve jornadas por delante, en Montilivi esperar el resurgir del 'gigante' ucraniano, que pese a su sequía, es tercero en la lucha por el Trofeo Pichici, igualado con Morata y Budimir, y con sólo dos goles menos que el madridista Jude Bellrngham.