Sigue siendo el segundo clasificado de LaLiga, aunque a una revelación de la magnitud del Girona FC se le exige no ya la Champions League, que parece complicado que se le escape con nueve puntos de ventaja sobre el quinto, sino que pelee hasta el final por el título. Ocurre que, como resulta imposible mantener el nivel por las nubes, los blanquirrojos solamente han ganado uno de sus cinco últimos encuentros, periodo en el que suman cuatro unidades de 15 posibles, permitiendo al Real Madrid mullir un colchón de siete más el 'goal-average' particular y al FC Barcelona, acercarse mucho por detrás. Un bajón que preocupa lo justo al entrenador gironí, Miguel Ángel Sánchez, al tiempo que merma entre poco y nada su caché. Tentado por clubes importantes de España y el resto de Europa, el madrileño, con contrato hasta el 30 de junio de 2026, parece decidido a cumplirlo. O, al menos, de no moverse el próximo curso.
"Mi sueño es estar aquí el año que viene jugando la Champions, que sería un reto precioso. Ojalá pueda estar entre los candidatos a entrenar a dos de los mejores equipos del mundo (se refiere a culés y merengues), pero mi objetivo número 1 es seguir en el Girona", apuntaba este jueves Míchel en el programa 'Què t'hi jugues?', de SER Catalunya, donde ha recordado su charla con Xavi Hernández antes del recordado 2-4 en Montjuic del pasado 10 de diciembre de 2023: "Si pierdo, no pasa nada, pero, si gano, será una bomba. Y contigo será lo contrario". Dicho y hecho, porque aquel triunfo ante el gigante vecino fue el espaldarazo definitivo al proyecto que otra empresa mastodóntica, City Football Group, abandera en Montilivi. Con once jornadas aún por disputarse, empezando por el duelo en casa de este sábado (21:00 horas) contra el CA Osasuna, los gerundenses dependen de sí mismos para redondear un curso ya histórico.
Cuestionado sobre qué jugador se llevaría de la plantilla azulgrana si sólo pudiera elegir uno, el responsable del ascenso rojiblanco a la elite admite que "Ter Stegen es el mejor portero del Mundo" y le vendría de perlas, sin desmerecer a Paulo Gazzaniga, para iniciar el juego desde atrás, como él abandera, aunque se rinde ante su ex pupilo, respaldándole ahora que lo necesita: "Sería a Oriol Romeu. Es una buena persona y un jugador 'Top'”. Sin embargo, tiró de diplomacia a la hora de buscar una explicación para el ostracismo del de Ulldecona: "No sé qué está pasando, porque no estoy allí". El caso es que, aunque se habla de que podría jugar este viernes (21:00 horas) contra el RCD Mallorca para reservar a otros compañeros con vistas al martes, cuando se celebra la vuelta de octavos de Champions frente al Nápoles, apenas acumula 259 minutos en lo que va de año 2024.