El tiempo corre y el Girona trabaja a contrarreloj para realizar los cambios pertinentes ante la UEFA y poder jugar así la Champions League. La gran temporada del combinado de Míchel (finalizaron terceros con 81 puntos) llevó a la entidad a clasificarse por primera vez en su historia para la mayor competición continental a nivel de clubes. Sin embargo, la normativa del organismo europeo contra la propiedad y esos vínculos de los catalanes con el Manchester City pueden causar un disgusto serio para una afición que ya sueña y espera el momento de escuchar el himno más famoso del fútbol en Montilivi. La fecha clave para resolver el conflicto se acerca.
El Girona es consciente desde hace meses que su vinculación con el City Group podría acarrearle problemas con la UEFA. No hay que olvidar que esta empresa tiene el 47% de las acciones de la entidad y controla al Manchester City como motor de este enjambre de gestión deportiva.
La normativa contra la multipropiedad de la UEFA impide que dos equipos controlados por la misma matriz participe en la misma competición europea. Pero hecha la ley, hecha la trampa. Hace unos años, ya se vivió una situación calcada con el RB Leipzig y el RB Salzburgo, ambos controlados por la famosa marca de bebidas energéticas, Red Bull. Por aquel entonces se logró demostrar que la empresa austriaca era patrocinador del equipo alemán y no dueña.
Pues bien, el Girona deberá demostrar ante la UEFA que su vínculo con el Manchester City es menor para poder jugar la Champions. Ya hay una fecha decisiva por parte del Girona. Hasta el próximo lunes 3 de junio tendrá el conjunto catalán para informar al organismo que controla el fútbol en Europa de las modificaciones a realizar, que no serán pocas.
Pero la fecha que realmente incumbe al Girona es el 1 de julio. Será ese día cuando los de Montilivi celebren una Junta Extraordinaria de Accionistas. Se determinará ahí el cese o renuncia de tres miembros del Consejo de Administración muy vinculados al City Group: John MacBeath, Ingo Bank y Simon Cliff. Deberán dejar su cargo en el club para demostrar ante UEFA su no relación con el Manchester City.
Por otra parte, la UEFA también está pendiente de lo que suceda con el paquete accionarial del Girona. Ese citado 3 de junio deberá conocer si el City vende el 17% de las acciones que posee del club y se queda únicamente con un 30% (porcentaje permitido) o si finalmente se decanta por vender el 47% (la totalidad). De este modo, ya no tendría que dar explicaciones de las operaciones que se lleven a cabo entre ambos clubes.