Arnau Martínez, con el paso del tiempo, se ha convertido en un jugador fundamental para el Girona. El defensor, de la mano de Míchel, se establece como alguien muy a tener en cuenta y cuya presencia en los esquemas del madrileño es prácticamente innegociable. Por ello, que se fuera con un vendaje tras el choque ante el Getafe, donde los catalanes se hicieron con tres puntos fundamentales, supuso un motivo de alarma para los suyos. A pesar de ello, parece que no es nada serio, lo que supone un alivio para la entidad de Montilivi, que ha sufrido demasiados problemas con las lesiones en los últimos tiempos.
El buen trabajo que ha venido haciendo con la camiseta roja y blanca no ha pasado desapercibido. Como suele ser habitual en estos casos, algún que otro equipo se ha fijado en Arnau Martínez para hacerse con sus servicios. El propio jugador, en las últimas horas, ha desvelado que el Atlético de Madrid, en el verano anterior a la pasada campaña, estuvo realmente interesado en ficharle.
En el programa ‘Montiliving’, el jugador del Girona ha revelado este extremo, sincerándose sobre el mismo. “Es cierto que hubo interés, era una buena oferta”. Cuando fue cuestionado acerca de cuán cerca estuvo la escuadra dirigida por Diego Pablo Simeone de hacerse con sus servicios, su cara, como se suele decir, fue el reflejo del alma. “Más o menos”.
“Noté unas molestias en el isquiotibial que venía arrastrando. Prefiero ser precavido y evitar problemas mayores”, comentaba un jugador que valoró el encuentro ante el Getafe, que supone una buena dosis de confianza para los suyos. “La victoria fue muy importante, en un campo donde nadie daba nada por nosotros. El equipo luchó muy bien y la victoria fue más que merecida. Su estadio es pequeño y saben jugar muy bien a su manera, con balones largos y presión alta”, consideraba.
“Tenemos muchas bajas, pero estamos para jugar. Apenas entrenamos, nos centramos en recuperar, y jugar cada tres días se nota mucho en comparación con el año pasado”. Al margen de cómo se encuentran sus compañeros, también ha querido analizar cuál es su estado de forma esta temporada con los de Míchel, quien ha hecho historia recientemente en el banquillo del Girona. “Me siento muy bien, he mejorado mucho en los números físicos, especialmente en los metros recorridos y las distancias a alta intensidad. He cambiado hábitos y el trabajo con mi preparador físico ha marcado la diferencia”.
“El día del ascenso fue el más feliz, y el peor fue el año que no ascendimos ganando en Vallecas. Nos anularon un gol de Nahuel Bustos injustamente y fue un golpe muy duro”, consideraba sobre sus mejores recuerdos y los más duros desde que viste la camiseta del Girona, con quien se ha convertido en un jugador muy a tener en cuenta.
“Stuani es el mejor, como persona es espectacular. Desde el primer día me ha cuidado como si fuera su hijo”. Sobre la pasada temporada, en la que no fue tan importante, expresó que “fue complicado porque no estaba acostumbrado a no jugar, pero en un equipo de Champions eso puede pasar y me hizo más fuerte mentalmente”.