Artem Dovbyk es una figura que, en los últimos meses, no dejó un buen sabor de boca en el Girona. En su llegada a la Roma, dejó unas declaraciones que, a buen seguro, no sentaron nada bien en la entidad de Montilivi, que viene de conseguir una importante victoria en el partido ante el Getafe. ''Será distinto. El Girona es un equipo pequeño en España; la Roma, una entidad muy importante en Italia con mucha historia. No será lo mismo. Sé que habrá presión, pero el fútbol sin presión, no es fútbol''. Con estas palabras, el ucraniano, que se hizo con el ‘Pichichi’ la pasada temporada, ponía punto final de una forma un poco abrupta a su etapa en Cataluña, donde hizo historia.
Por ello, no dejan de sorprender sus palabras cuando le han hecho entrega del galardón, el cual otorga Marca, que reconoce al máximo goleador de la temporada en LaLiga EA Sports. Alejado de lo que dijo entonces, el que fuera uno de los puntales de la escuadra dirigida por Míchel se ha deshecho en elogios, no solo hacia el técnico, quien logró este domingo un hito histórico al frente del equipo, sino también a los que fueron sus compañeros.
"Fue una temporada increíble para todos. Pero creo que todo fue gracias a nuestro entrenador. Creo que Míchel es un técnico muy fuerte. Me aportó muchísimo. Todos los futbolistas entendimos su estilo de juego muy rápido y sentimos que llevábamos jugando juntos muchos años aunque solo habían pasado dos semanas", arrancaba un Dovbyk que fue contundente sobre los jugadores con los que compartió vestuario hasta hace pocos meses.
“También es momento de acordarse de mis excompañeros. No es mi trofeo, es nuestro trofeo. Nos lo merecimos”, apuntaba un jugador que ha querido analizar también la campaña en el campeonato doméstico. "La temporada es larga y lo importante siempre es ir cogiendo distancias. Pero he visto partidos del Barcelona y Lewandowski está jugando de forma increíble. Su calidad, su experiencia... creo será el próximo Pichichi".
No se quedó ahí, ya que también quiso acordarse, en concreto, de un nombre propio: Stuani. En sus palabras, se ha podido notar el cariño que le tiene al delantero uruguayo, una de las figuras más importantes de la historia reciente del Girona. "Al principio venía y me decía tú Pichichi, Pichichi... Yo no tenía ni idea de lo que eso significaba. Después de varios días se lo pregunté y me lo explicó. Y a partir de entonces prácticamente en todos los partidos me saludaba siempre diciéndome Pichichi".
"La verdad es que Stuani se portó muy bien conmigo, me dio una gran confianza para poder conseguir este trofeo", concluía un Dovbyk que ha dejado atrás los posibles reproches o ‘recados’ y solo guarda buenos recuerdos de un Girona en el que consiguió la primera clasificación para Champions de la historia del club.