El Girona FC se ha levantado como lo hacen los grandes equipos. Si en su debut en la temporada de LaLiga EA Sports dejó duras y posteriormente se llevó un importante varapalo en el Metroplitano a manos del Atlético de Madrid, los gerundenses no han hecho de ello un problema sino una motivación para demostrar seguidamente –ante CA Osasuna y Sevilla FC– que vuelven a ser uno de los mejores equipos de Primera división.
Pese a los muchos e importantes cambios realizados en la plantilla, Míchel avisó que demostrarían los buenos que son... y vaya si lo hicieron. 4-0 a los de Pamplona y 0-2 en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán para marcar territorio con mano firme, esa que también esperan sacar a relucir en su debut en la UEFA Champions League ante el Paris Saint-Germain. Sí, todo suena realmente bien por Montilivi, pero ello no evita que su entrenador se encuentre de bruces con una decisión clave para el presente y futuro del Girona.
Dentro del nutrido grupo de jugadores que han llegado a la entidad de Cataluña, uno de los más destacados desde el primera hora es el del neerlandés Van de Beek. Pese a que desde que salió del Ajax de Amsterdam en 2020 su rendimiento ha ido cuesta abajo –en la temporada 2023-24 disputó sólo 10 partidos oficiales entre Manchester United y Eintracht de Frankfurt–, no es menos cierto que el recuerdo del nivel desplegado en su país natal sigue vigente y, por tanto, cuando el Girona anunció su contratación provocó cierta ilusión entre los aficionados ¿Qué ocurre entonces? Pues que la misma está desapareciendo tras haber jugado solo un rato en las cuatro primeras jornadas ligueras.
Así es. Sin llegar a ser titular en momento alguno, y habiendo saltado únicamente al césped contra Osasuna, la participación del jugador de 27 años está siendo escasa y, por supuesto, está muy por debajo de lo esperado. Viviendo en tal escenario, Míchel tiene por delante una decisión clave con el internacional por Países Bajos, pensando ya en el siguiente encuentro ante el FC Barcelona. Para tal choque no contará con Yangel Herrera (lesionado) ni Oriol Romeu (cláusula del miedo), por lo que el técnico madrileño debe cambiar por completo su centro del campo. Exacto, podemos decir que ha llegado el momento de confiar en Van de Beek o dejarle claro que por ahora casi no cuenta.
Echando un ojo a las opción de Míchel, una de ellas es formar una pareja en el centro del campo con el neerlandés y John Solís, quien ha participado en tres de los cuatro primeros partidos del equipo. Sin embargo, también aparece sobre la mesa la posibilidad de colocar a David López por delante de la defensa –sabe de sobra lo que es jugar ahí– para dar entrada en el centro de la zaga a Ladislav Krejci junto a Daley Blind. Si elige tomar la puerta 'B', el mensaje a Van de Beek será inequívoco y quizás muy perjudicial para el que puede ser su papel en lo mucho que resta de temporada.