Alvaro Arenillas4 min lecturaHay nervios en Cornellá. El RCD Espanyol está más que contento con el hecho de haber certificado el retorno a Primera división de manera inmediata al derrotar al Real Oviedo en la final del playoff de ascenso a LaLiga EA Sports; sin embargo, tal satisfacción no está siendo acompañada por el inicio de un mercado de fichajes al que han llegado con el pie cambiado y se les está atragantando.
Mientras la intención de la gerencia es dar forma a un proyecto sólido que pueda luchar con garantías por la permanencia, la realidad es que por ahora las decisiones deportivas no están generando demasiada confianza. Por un lado se ha renovado al entrenador Manolo González, pero por otro se ha dejado marchar gratis a Keidi Bare, jugador con el que contaba el técnico. Y lo mismo ha pasado con Nico Melamed, canterano que hace las maletas al finalizar contrato sin dejar un solo euro en la caja perica. Pues bien, si tales salidas han dolido, peor aún puede ser lo que ya está pasando con Martin Braithwaite.
El atacante danés ha terminado la campaña 2023-24 como máximo goleador de Segunda división al conseguir hasta 22 tantos, siendo así clave en que los catalanes hayan subido a Primera. Hasta ahí todo encaja a la perfección, pero ya se ve algo (bastante) peor al entender que este verano puede marcharse al club que quiera pagando únicamente 600.000 euros, cantidad que marca su cláusula de rescisión.
Aunque la cantidad suena a irrisoria –porque lo es–, lo cierto es que los pericos no tuvieron más opción el pasado verano. Braithwaite no quería jugar en Segunda y la única forma de convencerle fue ponerle una bajísima cláusula liberatoria. Pues bien, a día de hoy son varios los equipos que le quieren y que ven mucho más cerca su fichaje gracias a tal cantidad. Entre los interesados en hacerse con los servicios del internacional por Dinamarca figuran dos equipos de la Primera división española como Getafe CF y Valencia CF, así como un PAOK de Salónica que puede tentarle con el hecho de jugar la próxima edición de la Champions League.
Pese a todo este runrún alrededor de Braithwaite, lo cierto es que éste siempre se ha mostrado feliz en Barcelona y no está cerrado ni mucho menos a seguir en el Espanyol; la cuestión es que para que así fuese ha recalcado que necesita sentirse querido y las últimas informaciones apuntan justo en dirección contraria. "La oferta de renovación que me presentaron fue una falta de respeto", comentó justo después de certificar el ascenso.
Al que se le ve poco margen de maniobra es el Espanyol. Braithwaite tiene contrato para la próxima temporada y las prisas por renovar son para un club que podría perderlo gratis a partir del 1 de enero de 2025. Si quieren evitarlo, deberán plegarse a los deseos económicos del delantero. Si se niegan a ello, Braithwaite puede partir ya por una cantidad mínima o esperarse al año que viene. Más claro: la situación no pinta nada bien para los pericos.