El partido entre Getafe y Sevilla del pasado fin de semana estuvo marcado por los insultos racistas que recibieron Acuña y el técnico del Sevilla, Quique Sánchez Flores, con pasado azulón este último. Al Comité de Disciplina de la RFEF no le ha temblado el pulso tras el informe de la Comisión Antiviolencia.
De este modo, los azulones estarán obligados a pagar una multa de 27.000 euros y el cierre de una de las gradas del Coliseum. Desde el Getafe se apuntó a que la medida era "desproporcionada" y apostaba por el recurso.
El presidente del Getafe, Ángel Torres ya apostó por "señalarlo y que detengan a ese señor". Además, el máximo dirigente azulón informó de medidas internas por parte del propio club como impedirle la entrada al recinto azulón durante 5 años aunque si por el fuera, sería "para toda la vida. Ángel Torres no ha sido el único del Getafe que ha reaccionado a la sanción ya que Luis Milla hizo lo propio este pasado miércoles en la cadena Ser.
El jugador azulón en primer lugar narró cómo vivió los incidentes desde el propio terreno de juego, preguntándole incluso a uno de los damnificados, Acuña: "La verdad es que un poco ajeno. Le preguntamos a Acuña qué había pasado y no nos quiso decir. Le seguimos preguntando y ya nos contó un poco el motivo. Luego ya me enteré un poco por la prensa de lo que había pasado".
Luis Milla fue tajante a la hora de valorar la sanción contra el feudo azulón: "Lo que está claro es que tenemos que erradicar estos comentarios, estas faltas de respeto y estas formas de expresar que tiene la gente. Ya no solo en el Coliseum, si es que ha pasado y si ha sido así, pues hay que atajarlo y en otros campos hacer lo mismo. Esta es la realidad".
Además, el propio jugador del Getafe apostó por un aficionado al fútbol que vaya a animar y no a insultar: "Por eso te digo que ya no solo en el Coliseum, sino en todos los campos que pase. Es muy desagradable para cualquier futbolista. Por ello, la gente tiene que entender que tiene que ir al estadio a animar, apoyar o silbar a todos, al de raza negra, blanca, de todo tipo. Nos comemos insultos todos los días y no hay que permitirlo porque eso no debe ser lo que se tiene que hacer en un campo de fútbol".
El Getafe ha vivido esta temporada incidentes similares con insultos hacia uno de sus futbolistas, Mason Greenwood: "Hay casos especiales, pero ya te digo, ese es un poco el día a día del futbolista. Nos comemos insultos cada día. Yo a veces he sido sustituido, me he ido por fuera del campo y he tenido que recorrer medio campo y dan ganas de mirar a la grada y decir qué necesidad de escuchar estas barbaridades cuando no he dicho nada. Se ha normalizado todo y no puede ser, esa es la realidad".
Además, apostó por la educación como problema principal de este tipo de incidentes: "Quizá tiene que ver con la educación de la gente. No sé. Está claro que los insultos más graves son los de racismo y lo que tiene que hacer la gente que está al lado de esa persona es señalarlo y poder atajar esto de la mejor forma. Al final lo paga un estadio porque una persona haya dicho algo así".