Son muchos los jóvenes futbolistas que tienen que renacer de sus cenizas para mantenerse en la elite tras una lesión o un fracaso deportivo. Y es que, muchas veces, las expectativas que se generan en torno a ellos son tan grandes que les acaba pasando factura física o psicológica.
Pues bien, la historia de Mason Greenwood, jugador del Getafe, está relacionado con ello pero por otro motivo bien distinto. Fue apartado de la disciplina del Manchester United cuando en enero de 2022 fue acusado por su novia Harriet Robson de violencia machista. Hasta que, en febrero de 2023, le fueron retirados todos los cargos. Ahora y una vez cerrado el caso, el británico está brillando este año en el equipo de Bordalás y ha vuelto a recuperar su sonrisa tras un año y siete meses sin jugar.
Concretamente, el 22 de enero de 2022 disputó su último partido con el Manchester United y el 17 de septiembre de 2023 el primero con la elástica del conjunto madrileño. El Getafe consiguió su cesión sobre la bocina del final del mercado de verano (el 31 de agosto) y su estreno en España fue contra Osasuna en la quinta jornada.
Pero con las estadísticas en la mano y pese a que sólo lleva un gol anotado en los seis partidos que ha disputado hasta la fecha, el de Bradford está siguiendo los pasos de otros atacantes de moda en la competición española: Iñaki Williams y Bryan Zaragoza.
A lo largo de los 572 minutos que acumula en LaLiga EA Sports, lo que más ha demostrado que le gusta hacer es encarar y disparar. Casi el 61 por ciento de sus regates acaban con un chut a portería. De hecho, es el tercer jugador de todo el campeonato que más insiste en esa faceta. Hasta en 18 ocasiones lo ha hecho, mientras que el delantero del Athletic y el del Granada han disparado 21 veces.
Entre otros, el jugador del Getafe supera a nombres como Savinho, quien ha chutado 16, y a los madridistas Vinícius y Rodrygo, que llegan a los 15.
Pero, además de su gol ante el Celta en LaLiga, Greenwood también lleva dos tantos en la Copa del Rey, los que le marcó al Tardienta. Y sus compañeros en el Getafe están muy contentos con él. Borja Mayoral ha reconocido que su adaptación va a velocidad de crucero: "Mason llevaba dos años sin competir. Al principio es normal que le costara un poco más, pero está muy bien. Hace bromas con sus compañeros y luego en el campo veo una evolución muy positiva. Es bueno para nosotros, nos da mucha verticalidad y mucho regate".
Aún está lejos de las cifras estratosféricas que firmó en el United con solo 19 años (17 goles), poco a poco, está recuperando su mejor versión.