La prioridad del Getafe en el inminente mercado de enero es la contratación de un mediocentro. La salida de Sergi Altimira rumbo al Betis en verano, previo pago de su cláusula de rescisión, ya trastocó los planes, pero la lesión de Arambarri ha convertido en una obligación la llegada de un refuerzo para esa demarcación.
En los últimos días del mercado estival ya surgió la opción de Ilaix Moriba, que tuvo muy encarrilada su cesión al Inter de Milán y finalmente se quedó en el RB Leipzig, donde no ha jugado ni un solo minuto en lo que va de temporada, al no entrar en los planes de Marco Rose.
Por ello, José Bordalás ha vuelto a poner sobre la mesa el nombre del centrocampista internacional guineano. El técnico alicantino ya lo tuvo a sus órdenes en el Valencia, donde militó cedido en la segunda parte de la 21/22 y la pasada campaña completa, disputando 46 partidos con la camiseta che entre ambos ejercicios.
A sus 20 años, el futbolista formado en el Barcelona fue una gran apuesta del RB Leipzig, que pagó 16 millones de euros por su fichaje, si bien en el cuadro germano nunca ha gozado de oportunidades. Pero Bordalás está convencido de poder sacarle su mejor rendimiento.
Así, según anuncia el periodista especializado en el mercado Fabrizio Romano, las negociaciones para la llegada de Moriba al Coliseum se encuentran muy avanzadas, aunque en un principio su llegada parecía bastante complicada. Es más, se da por hecho que el acuerdo con el jugador es total.
Sólo faltaría, por tanto, terminar de limar las diferencias con el club propietario de sus derechos, con el que tiene contrato hasta 2026. El escenario que se platea en este sentido es el de una cesión, pero se discute si será con o sin opción de compra.
Cabe recordar que el Barcelona se guardó en su momento el 10% del pase del jugador de cara a una futura venta, pactando además en su traspaso otros seis millones de euros en variables que difícilmente conseguirá por el rendimiento de un futbolista que ha sido señalado por sus presuntos problemas nocturnos.
Ya en su última campaña en el Valencia, Baraja decidió apartarle de las convocatorias por su falta de implicación y varios de sus compañeros trataron de mediar para que no se bajara del barco. Pero Bodalás confía en las prestaciones de uno de los jugadores más prometedores de la cantera azulgrana, que sólo se marchó del club catalán por su negativa a renovar.