Tras muchos años dominando el fútbol alemán con puño de hierro y llegando con suficiencia a las rondas finales en Europa, el Bayern de Munich vive una de las temporada más aciagas de su historia reciente. A ocho puntos del sorprendente Bayer Leverkusen de Xabi Alonso, que pasó por encima de ellos en su último enfrentamiento directo, eliminados en la Pokal (copa alemana) y con un pie fuera de los octavos de la Champions League, donde tendrán que remar para remontar en el Allianz Arena el 1-0 con el que perdieron ante la Lazio en Roma. Esta situación le va a costar el puesto a Thomas Tuchel, que llegó a Munich en marzo del año pasado, sustituyendo a Julian Nagelsmann, y logró su objetivo de ganar la liga, aunque fue en la última jornada, algo que parece imposible que se vuelva a repetir.
Tuchel va a abandonar Munich en junio, una vez finalicen todas las competiciones, tal y como se confirmó oficialmente hace una semana, pero antes y de cara a estos meses, ha querido dar una charla a la plantilla, en la que ha aprovechado para pedir el compromiso de sus jugadores e instarles a que por lo menos compitan lo más dignamente posible en lo que queda. "Ya no hay discusiones cada semana, todo el mundo sabe lo que hay y todavía podemos conseguir algo, tenemos que ganar", imploró a los suyos el laureado preparador, que pese a reconocer que es muy complicado, es consciente de que aún tienen opciones, al menos matemáticas. Además, aprovechó para mandar un mensaje a los que estén más pendientes del futuro que del presente. "Ahora, todos podéis enviar cartas de presentación a vuestro próximo entrenador”, remarcó, apelando al orgullo de su bloque.
En el vestuario no soló tomó la palabra el preparador, ya que Jan-Christian Dreesen, el CEO de los de Baviera, recordó a la plantilla que desde la directiva van a estar "muy pendientes de todo" y que una vez confirmada la salida de Tuchel del banquillo, ellos son "los responsables" a partir de ahora, además de aprovechar para recalcarles que "los intereses del club y del equipo deben primar sobre los personales", algo que siempre ha sido así en el hexacampeón europeo, que pese a vivir una época de zozobra, sigue siendo uno de los más grandes del continente y un equipo al que temer. De hecho, si supera a la Lazio, será de nuevo uno de los grandes favoritos a levantar la oreja y alguien a quién todos querrán evitar de cuartos de final en adelante.