A sus 30 años, Jesé Rodríguez vive una extraña aventura en Brasil, donde desembarcó el pasado mes de septiembre con la esperanza de relanzar su carrera. Pero lejos de cumplir ese objetivo, su paso por el Coritiba va camino de acabar en fracaso. Su contrato finaliza el próximo mes de diciembre y todo apunta a que no continuará más allá de esa fecha, por lo que quedaría de nuevo en paro a las puertas del mercado de enero.
El ex de Real Madrid, Betis y Las Palmas llegó como refuerzo de lujo para formar pareja de ataque con Islam Slimani y tratar de salvar a un equipo que se encontraba por entonces a 8 puntos de la permanencia. "Estoy muy feliz de llegar a Curitiba. Juntos vamos a hacer una buena segunda vuelta", afirmó en su momento.
Pero la realidad ha sido otra muy diferente. A falta de cuatro jornadas para el final del Brasileirao, su equipo está ya virtualmente descendido, pues tiene la salvación a 11 puntos y sólo quedan 12 en juego. Y en el plano personal, las cosas no le están yendo tampoco nada bien al atacante canario.
Después de cuatro meses sin jugar, desde que abandonó la Sampdoria la pasada campaña, a Jesé le ha costado coger la forma. Su debut se produjo el pasado 22 de septiembre en la dura derrota por 5-1 ante el Vasco de Gama, gozando de 28 minutos de juego. Pero desde entonces, sólo ha participado en otros cuatro partidos, todos ellos como suplente y con menos tiempo sobre el campo, acumulando en total tan sólo 78 minutos en los que ni ha marcado ni ha asistido.
Pese a todo, el entrenador del Coritiba, Thiago Kosloski, ha sido comprensivo con el español. "Llegó en una situación única. Estuvo cerca de 45 días negociando su fichaje y durante todo ese tiempo no se entrenó con el equipo. Por tanto, cuando llegó, tuvo que hacer una preparación especial para adaptarse a la alta secuencia de partidos que hay en el Brasileirao", explicó.
Pero eso no ha impedido que el técnico brasileño por dejarlo sin minutos en los dos últimos encuentros, que casualmente se han saldado con victorias ante América-MG (0-3) y Cruzeiro (1-0). "Su rendimiento ha mejorado. Después de esa preparación, fue ganando minutos, pero estamos peleando por evitar el descenso y como entrenador tengo que dar espacio a los que están más preparados”, ha añadido al respecto Kosloski, dejando entrever de ese modo que el final de Jesé en Brasil supondrá otro fiasco salvo sorpresa.
Desde que en 2016 el PSG pagó 25 millones de euros por su fichaje, el canario no ha encontrado en ningún momento su mejor fútbol. Por los parisinos estuvo cedido en Las Palmas, Betis, Stoke City y Sporting de Portugal. Y tras desvincularse, vivió una segunda etapa en las Palmas y ya ha pasado por Italia (Sampdoria), Turquía (Ankaragücü) y Brasil (Coritiba).