Luisma Sánchez3 min lecturaLas cosas parecen no salirle como quiere a Nasser Al-Khelaifi. En el día de ayer presentaba a Luis Enrique como nuevo técnico del PSG. Mientras tanto, la policía parisina registraba su casa para encontrar pruebas incriminatorias tras una acusación a la que está siendo sometido. Al jeque del conjunto francés se le acusa de secuestro y tortura contra un empresario.
Cuando las cosas podrían ir a peor para Nasser Al-Khelaifi finalmente terminaron por retorcerse. En el día de ayer la policía parisina registró la casa del jeque mientras estaba presentando a Luis Enrique como nuevo entrenador del PSG. "El juez de instrucción pidió información complementaria y acceso, que se le facilitó con total transparencia y en plena cooperación con las autoridades, como ha sido el caso desde el principio", decía a través de un comunicado el conjunto francés.
La investigación se viene llevando a cabo desde el mes de enero. El empresario Tayeb Benabderrahmane presentó una denuncia contra Al-Khelaifi. Todo transcurrió en Qatar, donde se trasladó para trabajar como lobista (una persona que se dedica a defender los intereses de un lobby contra las administraciones públicas).
El empresario acusa al jeque del PSG de ser detenido en enero de 2020 y estar retenido durante seis meses e interrogado por los agentes locales. Al parecer Tayeb podría haber estado en disposición de documentos que podrían haber comprometido a Nasser Al-Khlaifi.
Además, Tayeb ha expresado que estuvo bajo arresto domiciliario en una prisión secreta, donde fue interrogado incluso, hasta que finalmente pudo abandonar Qatar en noviembre de 2020. Fue obligado a firmar un acuerdo de confidencialidad para evitar la divulgación o publicación de los documentos que pudieran comprometer al dueño del PSG.
La presentación de Luis Enrique comenzó con retraso debido a que Nasser Al-Khelaifi tuvo que dar el visto bueno a que los investigadores registrasen su propiedad. Por si fuera poco, Tayeb también ha acusado a la exministra Rachida Dati por ejercer de intermediaria en el asunto y además presionar para firmar dicho acuerdo de confidencialidad.
Los abogados del presidente del PSG habrían informado a Tayeb Benabderrahmane el pasado mes de abril que presentarían una denuncia contra él por difamación. Veremos cómo continúa el caso, pero todo apunta a que Nasser Al-Khelaifi tiene otros problemas en la cabeza. El dirigente catarí estaría perdiendo varias batallas, tanto contra la justicia como dentro del mundo del fútbol. En Qatar harán todo lo posible para que esos papeles no salgan a la luz y evitar así que su imagen quede aún más manchada.