La International Football Association Board (IFAB), el organismo encargado de implementar las reglas en el juego, tuvo como objetivo introducir de forma gradual en el fútbol una nueva forma de amonestación, la tarjeta azul. Se trata de la primera vez que hay una nueva propuesta en cuanto a amonestaciones en el campo, desde el Mundial de México de 1970, cuando se introdujeron las tarjetas amarilla y roja.
La tarjeta azul serviría para dinamizar el juego y se mostrará en faltas que detienen contragolpes y protestas al árbitro. El futbolista que reciba esta cartulina tendrá la obligación de abandonar el campo durante 10 minutos, como informa el británico The Telegraph. Esta tarjeta, además, es acumulable al igual que la amarilla, dos cartulinas azules conllevan una roja, y por tanto, la expulsión del terreno de juego, del mismo modo que si se acumulan una cartulina amarilla y una azul. Sin embargo, ya el pasado año, el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, no veía muy clara su implementación inmediata, sobre todo en grandes competiciones, motivo por el que no estuvo presente en la Eurocopa o en la Liga de Campeones. La Federación Inglesa (FA) se propuso como candidata para poner a prueba este nuevo método disciplinario. Los encuentros de la FA Cup tanto masculina como femenina fueron ocasiones para poner en juicio la validez del método.
Ante todo el revuelo producido por esta noticia, la FIFA se aseguró de tranquilizar a los aficionados de este deporte, publicando un tuit donde hacía un llamamiento a la calma: "La FIFA desea aclarar que las noticias sobre la llamada ‘tarjeta azul’ en los niveles de élite son incorrectas y prematuras. Cualquier prueba, si se implementa, debería limitarse a probarse de manera responsable en niveles inferiores, una posición que la FIFA desea reiterar cuando se debata este punto del orden del día en la Asamblea General Anual de la IFAB del 2 de marzo". Pese a todo, el presidente de la FIFA, Gianni Vicenzo Infantino, comunicó su posición en contra de la introducción de las tarjetas azules en el fútbol, porque, según él "perturbarían la esencia y la tradición del juego". Además, el presidente añadió para la cadena británica Sky News que este es un tema "inexistente" para la federación: "No se utilizarán tarjetas azules en la élite, es un tema inexistente para nosotros. La FIFA está totalmente en contra de las tarjetas azules, yo no estaba al tanto de este tema y soy el presidente de la FIFA. Tenemos que ser serios", añadió.