Hace dos semanas, el siempre ultramediático Kylian Mbappé decidió acabar de una vez por todas con la incertidumbre. No quería otro culebrón como el del verano de 2022, así que reunió a sus compañeros en el vestuario y les comunicó su decisión irrevocable de no renovar su contrato con el París Saint-Germain para cambiar de aires este verano, con el Real Madrid como destino más que probable -hay quien dice que dio pistas hablando en español- aunque todo sigue sin estar cerrado. Con esta confesión, el delantero cumplía una de las condiciones que le habían puesto desde el Santiago Bernabéu pero, aunque su marcha era casi un secreto a voces, anunciarla con tanta antelación no ha gustado nada a su técnico, el no menos elocuente Luis Enrique Martínez.
El entrenador asturiano del PSG sorprendió a todos con los contundentes dardos que lanzó en rueda de prensa contra Mbappé, tras ser preguntado por su sorprendente decisión de retirar del campo a su estrella a falta de media hora para el final de un encuentro que perdían 0-1 frente el Rennes en el Parque de los Príncipes. Más allá del cambio o de las claras advertencias al '7' para avisarle de que ha perdido cualquier tipo de privilegio en el equipo, las informaciones de la prensa francesa aseguran que el pulso y la ruptura entre ambos es muy real. Y no sólo eso, sino que L'Equipe además apunta que el presidente del club parisino, Nasser Al-Khelaïfi, ha tomado partido y se ha posicionado del lado de Luis Enrique, elogiando su decisión de anteponer el colectivo y jugadores que estén comprometidos con el proyecto por encima de un 'crack' mundial que ya ha decidido abandonar la nave para irse al Real Madrid -en la capital incluso venden ya bufandas suyas-.
"Hay que acostumbrarse a jugar sin Mbappé porque tarde o temprano eso va a suceder". "Cuando yo considere oportuno jugará y, cuando no, no jugará". "Quiero la máxima competitividad. Quiero que todos los jugadores titulares de este PSG piensen que jugar aquí es una gran oportunidad"... Cada frase de Luis Enrique era más clara, concisa y directa que la anterior. 'Lucho' ya contaba con su marcha, pero no le ha gustado que se despida ya, cuando a la temporada aún le quedan cuatro meses de competición. Vale que el título de la Ligue 1 está muy encarrilado, pero el PSG debe afrontar aún duelos importantes en la Coupe de France, donde jugará en cuartos de final ante el OGC Nice, y sobre todo en la gran obsesión de la entidad, una UEFA Champions League en la que debe visitar a la Real Sociedad en la vuelta de los octavos de final tras el 2-0 de la ida en París.
Mbappé es importante, pero para Luis Enrique lo primordial son el grupo y poder cumplir con los objetivos. No es que Mbappé no vaya a jugar de aquí a junio, pero sí ha perdido la vitola de intocable, especialmente para esos cambios o descansos en partidos menos vitales. Las estrellas como él, como Cristiano Ronaldo, como Messi... quieren jugar siempre. Cuando no lo hacen, se enfadan y para el entrenador de turno es arriesgado tener molesto al líder del vestuario. Esta situación es distinta. El español, al que le sobran carácter y personalidad, quiere marcar territorio y ha mandado un mensaje muy claro que cuenta con el respaldo del club. Gonçalo Ramos, Randal Kolo Muani, Ousmane Dembélé, Marco Asensio, Bradley Barcola... Efectivos ofensivos de primer nivel tiene de sobra y eso le da una posición de fuerza ante el '7'.
La misma información de L'Equipe asegura además que a Al-Khelaïfi tampoco le gustó nada escuchar de boca de Mbappé que se iba. Lo hizo el pasado 13 de febrero y desde entonces no ha habido ningún contacto para intentar convencerle, algo que sí sucedió en 2022. Entonces, se habló hasta de una intervención del emir de Qatar y propietario del PSG, Tamim ben Hamad Al-Thani, y del propio presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron.
Curiosamente, el futbolista se verá esta semana con todos ellos, aunque esta vez su futuro no está entre los puntos del orden del día del cónclave en el Palacio del Elíseo. Se celebrarán reuniones en busca de una tregua en la despiadada guerra que Israel lleva a cabo en Gaza, así como para intentar conseguir que Hamas libere a varios rehenes de nacionalidad gala con Qatar como mediador. Mbappé está invitado por cortesía al ser una personalidad influyente, pero esta vez su futuro no le importa a nadie. Luis Enrique le ha ganado el pulso.