José Mourinho digirió muy mal la derrota ante el Sevilla FC en la final de la pasada edición de la Europa League. Los blanquirrojos se impusieron a la AS Roma desde el punto de penalti, tras el 1-1 registrado a la finalización del tiempo reglamentario, aunque el técnico portugués denunciaba que Anthony Taylor, el colegiado inglés designado para aquel partido, había omitido la señalización de, al menos, dos penaltis a favor de los italianos, amén de no amonestar a Lucas Ocampos en el que le anuló vía VAR. Especialmente polémicas resultaron unas manos dentro del área de Fernando Reges en la prórroga, la gota que colmó el vaso de la paciencia de un entrenador polémico y con ganas de protagonismo. Su 'show' había comenzado en la víspera, ocultando la recuperación de un Dybala que fue titular y abrió el marcador, abrazando de manera socarrona a José Luis Bordalás o negando saber en sala de prensa que el presupuesto nervionense era inferior.
También presionando desde la banda o intercambiando opiniones con Dmitrovic al descanso. Tras consumarse la Séptima, Mourinho regaló su medalla de plata a un niño de la grada ("sólo me quedo las de oro", se justificó) y realizó varios desplantes al colegiado, especialmente grave el de esperarlo en el parking del Puskás Arena de Budapest para insultarle y reclamarle, provocando, entre otras cosas, que aficionados 'giallorossi' hicieran lo propio en el aeropuerto al día siguiente, lo que le costó una dura sanción. Provocador nato, el otrora líder del Real Madrid se ha acordado varias veces en estos meses de la cita en Hungría, en la que no reconoce haber vivido una derrota justa. Ahora, se toma una pequeña revancha, tras la que logró al contestar a una pulla del 'Papu' Gómez burlándose de su inhabilitación de dos años por dopaje: "Tengo tos, pero no tomaré jarabe ni pastillas, o podría tener problemas luego en el antidoping”.
Este viernes se ha conocido también que la Premier League ha decidido descender de categoría para este fin de semana al colegiado Anthony Taylor, después de que concediera un inexistente penalti en el encuentro entre Wolverhampton Wanderers y Newcastle United la jornada pasada. El colegiado señaló la pena máxima por una supuesta patada de Hwang-Hee Chan a Fabian Schar que no ocurrió y el VAR no intervino para corregir la acción. El gol supuso el 1-2 para las 'Urracas', que terminaron empatando el partido. "Fue una decisión escandalosa", dijo Gary O'Neil, técnico de los Wolves, que añadió: "Resultó una decisión terrible en el campo y terrible también que el VAR no interviniera". Taylor dirigirá por primera vez en cuatro años un partido de Championship cuando se haga cargo del Preston North-Coventry City. Sin embargo, no es el primer colegiado en bajar de categoría esta temporada por un error similar, ya que el asistente Adrian Holmes se ocupó desde la banda del Milwall-Hull después de ser el hombre que anuló en el campo el gol de Luis Díaz contra el Tottenham Hotspur.