Hay ocasiones en las que un jugador tarda en explotar y no encuentra la paciencia necesaria en su equipo. Es el caso de Ermedin Demirovic, que a sus 25 años es hoy día uno de los futbolistas más destacados de la Bundesliga, tras pasar por España sin apenas hacer ruido.
El espigado delantero bosnio, aunque alemán de nacimiento, aterrizó en el Deportivo Alavés en 2017, con sólo 19 años, procedente de la cantera del RB Leipzig. Un proyecto de goleador que en un primer momento contó con ficha del filial, aunque esa misma temporada, Abelardo le hizo debutar con el primer equipo.
En total, disputó seis partidos con la camiseta albiazul, tres en Copa del Rey, en los que hizo tres tantos en la eliminatoria frente al Formentera, y otros tres en LaLiga, marcando y asistiendo en una victoria ante el Málaga. Pero la decisión del club vitoriano fue la de mandarlo cedido las dos siguientes temporadas.
La primera de ellas la comenzó en el Sochaux francés y la acabó en el Almería, en Segunda división, sin ver portería en los 13 partidos que disputó. La siguiente, la 19/20, puso rumbo al St. Gallen suizo, donde sí firmó 14 goles y 7 asistencias en 28 partidos.
Pero lejos de darle una oportunidad, el Alavés optó por traspasarlo al Friburgo alemán, que pagó 3,7 millones de euros por un jugador que había llegado libre. Esa ganancia y sus números en el conjunto germano parecían avalar la operación, pues en las dos siguientes temporadas sólo alcanzó la cifra de 8 tantos.
Todo ha cambiado, sin embargo, en el presente curso. Ya la pasada campaña, su primera en el Augsburgo, igualó los ocho goles de sus dos años anteriores. Pero en la actual se ha destapado y ya suma 14 tantos. Unos guarismos que sólo superan Harry Kane (27), Guirassy (20) y Openda (17).
Pero no queda ahí la cosa porque Demirovic, además, también ha repartido 8 asistencias. De este modo, sólo el delantero inglés del Bayern Múnich ha participado directamente en más que goles (32) que el internacional bosnio (22).
No es de extrañar que varios clubes importantes de Europa ya hayan llamado a su puerta, aunque en el Augsburgo confían en seguir contando con sus servicios. De momento, acaba contrato en 2026 y se ha erigido incluso en el capitán del equipo.
"Soy un trabajador. El equipo está jugando mejor ahora lo cual, obviamente, es clave. He cambiado mi juego a un estilo en el que recojo más el balón, algo que probablemente no hice mucho al principio de la temporada pasada porque no tenía confianza para ello. Ahora tengo el respaldo de todos", ha señalado satisfecho en la web de la Bundesliga.