Álvaro Palomo3 min lecturaRonaldo Nazario atraviesa por un mal momento en su condición como presidente y gestor de clubes, pues al frenazo del Valladolid en su lucha por regresar a Primera división, ahora ocupa la sexta plaza tras una sola victoria en los últimos ocho partidos, se suma el fracaso rotundo del Cruzeiro en la Copa de Brasil, lo que puede traer funestas consecuencias para el club y para el exdelantero.
Ronaldo se convirtió en dueño del Cruzeiro a finales de 2021, y tras lograr la salvación la campaña pasada en el últimos momentos, los de Belo Horizonte han vuelto a protagonizar una debacle al caer en la primera ronda del trofeo copero ante el humilde Sousa Esporte Clube de la Serie D por 2-0, en lo que ha sido catalogado en Brasil como un sonoro ridículo del club presidido por Ronaldo.
Más allá de la pésima imagen y de la vergüenza que supone caer de forma tan clara con un rival muy inferior, este varapalo supone un golpe económico de tamañas proporciones al dejar de ingresar unas cantidades que se contemplaban en el plan económico de este año, pues los de Minas Gerais habían presupuestado llegar, como mínimo, hasta los cuartos de final de esta competición.
Ahora las cuentas no le salen a Ronaldo, que cuando aterrizó con su grupo en el Cruzeiro realizó una auditoría a fondo para poner las cuentas en orden y que ahora se topa con un enorme problema tanto en cuanto no se embolsarán lo esperado en la Copa do Brasil y tendrán que hacer reajustes que afectarán a la planificación.
De este modo, como apunta AS, el hecho de perder de forma fulminante contra el Sousa Esporte les ha impedido embolsarse 1,4 millones de reales, que tan solo se trata de uno octava parte de lo que podría haber ingresado en el caso de haber llegado a cuartos, el objetivo mínimo que se había puesto el club. La segunda fase le habría reportado 1,7 millones de reales, la tercera, 2,1 millones, y los octavos de final, 3,3 millones.
En total, Cruzeiro ha perdido 8,1 millones de reales, lo que equivale aproximadamente a 1,5 millones de euros, cifra nada desdeñable que habría permitido a Cruzeiro mirar al futuro con más esperanza. Ahora, se encuentra en una situación muy delicada tanto en el apartado económico como en el deportivo, en el que, en primer lugar, se aferra al Campeonato Mineiro.