Un nuevo caso de amaño de apuestas, ya en la Audiencia Nacional, afectó a Qatar 2022 y LaLiga

'El Mundo' desvela que el alto tribunal investiga un cártel internacional que operó en el último Mundial, aprovechando en retardo en las retransmisiones, y en cuatro estadios españoles: Balaídos, La Cerámica, Benito Villamarín y Ramón Sánchez-Pizjuán

Un nuevo caso de amaño de apuestas, ya en la Audiencia Nacional, afectó a Qatar 2022 y LaLiga
La sede madrileña de la Audiencia Nacional. - FDV
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Los casos de amaño de apuestas deportivas, desgraciadamente de moda por la acusación que pesaba sobre los brasileños Paquetá y Luiz Henrique, así como por la que afecta a los italianos Zaniolo y Tonali, no cesan de producirse. El último del que se tiene conocimiento lo desvela este miércoles el diario 'El Mundo' y se refiere a una investigación que lleva a cabo la Audiencia Nacional sobre un cártel internacional que operó en el pasado Mundial de Qatar 2022, aprovechando el 'delay' en las retransmisiones de los partidos, así como en otras competiciones de primer nivel como la Nations League, ganada por España, y LaLiga. En concreto, los presuntos delincuentes, detectados por el aumento inesperado de movimientos en juegos de tenis de mesa, infiltraron a cómplices en cuatro estadios de Primera división: Balaídos (Vigo), La Cerámica (Villarreal) y los hispalenses Benito Villamarín y Ramón Sánchez-Pizjuán.

Según la cabecera de Unidad Editorial, las primeras alarmas saltaron en marzo de 2022. Bogdan V., rumano de 39 años con residencia en Cabanillas del Campo (Guadalajara), había despertado sospechas en los servicios internos de control de Codere, pues se había jugado casi tres millones de euros en dos años, generalmente apostando en partidos de baloncesto y en carreras de galgos y caballos. Sin embargo, de pronto su actividad se había disparado en una disciplina inusual: el ping-pong. En apenas un mes, destinó más de 13.500 euros en combinadas y movimientos el doble de arriesgados respecto a lo habitual. Los indicios de fraude se medio confirmaron desde Brasil, por lo que los servicios jurídicos de la empresa lo pusieron en conocimiento de los tribunales, dando lugar en este 2023 a lo que se conoce como 'Operación Mursal', que ha supuesto la detención de uno de los presuntos cabecillas, Yavor A., residente en Málaga, detenido en Emiratos Árabes Unidos y extraditado el pasado mes de septiembre.

El auto de encarcelamiento dictado por el juzgado de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional describe cómo la organización se aprovechaba de una brecha en el sistema de las telecomunicaciones para adquirir ventaja y apostar siempre a caballo ganador. Conocían el resultado gracias a sus tácticas de infiltración y anticipación, pirateando la señal, con lo que multiplicaban las ganancias. Continúa 'El Mundo' explicando que, según la reconstrucción realizada por la Policía Nacional, se detectan "dos organizaciones criminales que mantienen su independencia, pero se asocian entre sí". Compraron a jugadores profesionales de tenis de mesa y, en lo que respecta a las retransmisiones deportivas, se beneficiaban del retardo en la señal que sirven a las casas de apuesta para invertir en variables que conocían, porque se acababan de producir. Veían partidos en tiempo real gracias a antenas parabólicas y a "una codificación obtenida de un grupo de Telegram denominado 'Hack Sat Feed'".

Con esta técnica, los presuntos estafadores se hicieron de oro con el último Mundial, así como partidos de la Chinese Super League y la Liga de Naciones. En España, infiltraban narradores en los estadios de Real Betis, Sevilla FC, RC Celta y Villarreal CF, así como en Copa del Rey en un La Nucía-Valencia CF, por supuesto sin conocimiento alguno por parte de los clubes, pagándoles 250 euros vía Bizum para que 'soplaran' goles, tarjetas u otras novedades antes de que el hecho en sí fuera recogido por las casas de apuestas con esa señal con un leve 'delay' que se saltaban los delincuentes. La jueza y sus investigadores han encontrado, aunque sospechan que el cártel ha podido corromper a muchos intermediarios más, una mujer que ganó casi 47.000 euros de sobresueldo en un año, resaltando en el auto que, solamente en la repesca mundialista entre Perú y Australia, la organización ganó apostando por este método 13.000 euros.