El fútbol no trató bien a Didier Digard en sus últimos años de una carrera deportiva que se vio obligado a ponerle fin con sólo 33 años por culpa de las lesiones, que sólo le dejaron jugar 11 partidos entre el Real Betis y CA Osasuna en LaLiga. En 2019 volvió al Niza para dirigir al equipo juvenil, en 2021 se hizo cargo del filial y el pasado verano fue ascendido a segundo entrenador de Lucien Favre, a quien ha sustituido con un éxito tan rotundo que los medios franceses ya hablan del 'Efecto Digard'.
Su equipo suma cuatro victorias y un empate en cinco partidos. Se estrenó con un 6-1 al Montpellier el pasado 11 de enero, empató sin goles en su visita al Stade Reims y suma tres triunfos consecutivos frente a equipos importantes como Lille (1-0), Lens (0-3) y Olympique de Marsella, al que derrotó el pasado fin de semana en el Velodrome (1-3). Es la gran sensación de la Ligue 1.
Digard le ha cambiado la cara al Niza por completo. Su antecesor, Lucien Favre, sólo pudo ganar cinco de los 17 primeros partidos en la Ligue 1 y únicamente había sido capaz de celebrar 16 tantos. Desde que el excentrocampista de Betis y Osasuna se hizo cargo del OGC de manera interina, suma cuatro triunfos y un empate en cinco partidos en los que ha marcado 11 dianas, con una media de 2,2 goles a favor por encuentro (era de 0,9 a su llegada) y con sólo 0,4 en contra (promediaba 1,1).
Con Digard, el Niza ha ascendido hasta la octava posición de la Ligue 1 y se encuentra a sólo seis puntos de las posiciones que darían acceso a jugar competición continental la próxima campaña. No en vano, ha sido el mejor equipo de Francia en enero. Tras sumar 13 puntos de 15 posibles, mejora el balance de 11 de 15 del AS Monaco y presenta mejores registros que el Toulouse FC, el Olympique de Marsella y el todopoderoso PSG (los tres, con un parcial de 10 puntos de 15).
Entre las claves que remarca la prensa francesa está su cercanía y buena relación con el vestuario, en clara contraposición con la distancia y la jerarquía que imponía Favre. "Simplemente me da placer ver al club feliz, ver a una plantilla implicada y sin contar las horas de trabajo, ver a los jugadores comprometidos para entrar al campo... Me gusta. Me encuentro entrenando a mi club en la Ligue 1. No creo que me vaya a pasar algo mucho mejor en la vida", señalaba recientemente Digard al ser preguntado por las informaciones que apuntan a que el Niza le ofrecerá quedarse el puesto ante su gran trabajo.
Digard, de sólo 36 años, se tuvo que retirar por culpa de las constantes lesiones de rodilla que sufría y que le impedían rendir al más alto nivel. Así, comenzó a entrenar en los escalafones inferiores del OGC Niza, club en el que militó seis años como futbolista y ahora quiere aprovechar esta oportunidad como técnico interino para abrirse camino en los banquillos de la Ligue 1.
Al Real Betis llegó a coste cero en el verano de 2015 después de dos lesiones graves de rodilla, tras pasar por PSG, Middlesbrought y OGC Nice. Como verdiblanco acumuló muchos problemas físicos y sólo jugó 446 minutos repartidos en 10 encuentros de la 15/16. Al año siguiente, el mediocentro francés se marchó cedido al CA Osasuna, pero en toda la 16/17 sólo sumó 193 minutos en 3 encuentros oficiales. En la 17/18 jugó en el modesto Lorca FC, en Segunda, pero la historia se repitió y su físico sólo le permitió acumular seis citas y 362'. Ahora ha recuperado la alegría y es el entrenador revelación de Francia.