Cristiano Ronaldo lleva ya unos días en Dubai entrenándose, a la espera de poner rumbo a Arabia Saudí para firmar con el Al Nassr antes de que finalice 2022, y poder incorporase al equipo durante la segunda mitad de la temporada. La confianza de líder de la liga saudita, entrenado por Rudi García, es máxima, ya que al luso no le sobran ni las ofertas, ni los equipos que quieran hacerse con sus servicios, después de que rescindiera su contrato con el Manchester United.
Atrás ha dejado un paso turbulento por el Mundial de Qatar 2022, unas fugaces sesiones de trabajo en Valdebebas y el sueño de regresar al Real Madrid, su primera opción desde que rompiese relación con Erik ten Hag. Levantó el teléfono, merodeó por sus instalaciones pero Florentino Pérez le abrió la puerta de la que fue su casa sin darle una segunda oportunidad. Con tal panorama, CR7 se ha refugiado lejos de los focos, en Dubai, desde donde pondrá rumbo a su nuevo destino.
En Ryad le esperan antes de que finalice 2022 para que rubrique lo que ya hablaron ambas partes hablaron hace unas semanas, pero que el luso paralizó, esperando que le llegase una oferta de un club puntero de Europa. Las negociaciones entre el Al Nassr y el entorno de Cristiano Ronaldo aparecieron de forma simultánea a la rescisión del contrato con el club inglés, se enfriaron por la Copa del Mundo, y en pocos días quedarán ratificadas.
El portugués, de 37 años, firmará hasta junio de 2025 Al Nassr donde milita el defensa español Álvaro González. La propuesta, que solo está a falta de rúbrica es por dos temporadas y media, con un salario de 200 millones por temporada: suelo más publicidad.
El fichaje de Cristiano Ronaldo se ha convertido casi en una cuestión política, lo quieren tener allí a toda costa, con la intención de organizar, como ya hiciera Qatar, el Mundial de 2030. CR7 sería un reclamo ideal para lograrlo y darle un empujón al fútbol saudí. Después de sus experiencias fallidas en la Juventus y en el Manchester United, ahora tiene por delante el reto de situar al balompié saudí en el candelero.